Ya hay fecha para empezar las obras de transformación de calle de Pi i Margall de Barcelona. Será el próximo junio y la reforma tendrá una duración de unos 17 meses. El proyecto, que en 2018 se presentó para estar listo en 2020, se retomará en poco más de dos meses para convertir el espacio en un corredor verde.

El objetivo es conectar el parque de la Ciutadella i Collserola para que los distritos de Gràcia y Horta-Guinardó estén unidos. Según el Ayuntamiento, la vía será para pasear y para potenciar el comercio de proximidad, siguiendo el modelo Superilla Barcelona. Así, el asfalto dará paso a las zonas verdes: de las dos terceras partes que ahora se destinan a los vehículos se pasará a que el 70% sea solo para personas. 

PACIFICACIÓN

La circulación se pacificará con una calzada con menos espacio que de subida tendrá un carril para buses y tráfico local y un nuevo carril bici. 

De bajada, por su parte, habrá un carril compartido para buses, tráfico local y bicicletas. Así, buses, bicicletas, coches y motos deberían compartir el mismo carril. Recientemente una medida similar generó fuertes críticas: el consistorio quería implementar un carril bus-bici-taxi en Montjuïc y tuvo que recular por el gran rechazo vecinal.

La propuesta de peatonalización de Pi i Margall / AYUNTAMIENTO DE BCN

13,6 MILLONES

El proyecto tendrá un presupuesto de 13,6 millones de euros. Se invertirá en el aumento de los árboles y la vegetación –con los que habrá un 80% de sombra– y en crear cuatro nuevas plazas para potenciar "la comunicación entre los barrios de la zona".

La reforma de Pi i Margall corresponde al "nuevo modelo de calle del S.XIII" que ya se está aplicando en la avenida Meridiana, la Diagonal o la Via Laietana. "Se trata de que estas grandes calles dejen de ser autopistas urbanas para ser espacios amables que inviten a la estada y el paseo", explican desde el consistorio.

SIN APARCAMIENTO

Los residentes del barrio del Camp d'en Grassot están muy preocupados ante la reforma, ya que las obras suprimirán numerosos aparcamientos existentes en la calle. Pi i Margall es una arteria del barrio en la que muchos residentes estacionan diariamente, pero los trabajos de conversión de la vía suprimirán estas plazas sin ofrecer ninguna alternativa.

Para solventar esta situación, el colectivo vecinal reclama el estudio de un parking subterráneo municipal que dé respuesta a la demanda de plazas de estacionamiento tras la reconversión de Pi i Margall, una petición que el consistorio lleva años desoyendo