El “click” ya se ha producido. Xavier Trias está en “modo puedo ser candidato y alcalde de nuevo en Barcelona”, pero quiere algunas garantías que JxCat, por ahora, no puede ofrecerle. Por ello, el exalcalde de Barcelona ha emplazado a toda la dirección y a sus principales colaboradores a tomar una decisión en septiembre, una vez el partido haya concluido sus dos congresos –el ideológico se celebra este fin de semana, y el organizativo ya se sustanció con una dirección colegiada entre Laura Borràs y Jordi Turull—y se sepa si hay posibilidades de unir a una buena parte del independentismo y, con ello, se desactivan otras operaciones como la de Sandro Rosell.
Trias, a pesar de esa circunstancia, no menor, y con la voluntad de que JxCat entienda que debe aterrizar, “hacer política” y organizarse de forma jerárquica con un planteamiento realista, ha ido interiorizando que puede ser candidato después de algunos hechos que le han dado la razón. El principal es el conocimiento de los audios del excomisario Villarejo en los que se muestra el “montaje” de las informaciones que, en la campaña de las municipales en 2015 lo relacionaban con cuentas particulares en Suiza. “Le da alas para buscar una especie de segunda vuelta de aquellas elecciones”, señalan fuentes de JxCat.
El segundo hecho es la situación judicial de Laura Borràs, que podría ser inhabilitada por cargo público, al margen de penas de cárcel. Eso sitúa a la presidenta del Parlament en una situación delicada, a pesar de que Borràs quiere utilizarlo políticamente para hacerse fuerte en el seno de JxCat. El congreso del partido constató una bicefalia, pero Jordi Turull podría reafirmarse como el líder orgánico y facilitar una transición hacia un partido ordenado y competitivo que tendría otra pata importante en la figura del consejero de Economía, Jaume Giró.
Con todos esos elementos, y una presión importante por parte de exconvergentes, de la sociedad civil sociológicamente socio-convergente, y del mundo económico, Xavier Trias ha llegado a la conclusión de que lo puede intentar. Ahora bien, aunque hace solo unos meses su candidatura no tenía visos de poder ganar, la situación ha cambiado, --por lo menos en las cabezas del entorno del exalcalde—y Trias se ve capaz de liderar una gran comunión de intereses que arrastre a catalanistas, independentistas, convergentes nostálgicos o potenciales abstencionistas.
Si el requerimiento es que JxCat deje de lado las aventuras, la otra baza de Trias es reivindicar su figura, manchada con las maniobras de la ‘policía patriótica’ dirigida por el excomisario Villarejo. Y una de las primeras medidas será la de pedir responsabilidades por parte de un “alcalde que fue mancillado con falsedades”. Este mismo miércoles, al dejar abierta –por primera vez—la opción de optar a la alcaldía, en una entrevista en Rac1, Trias pidió el cese del que fuera magistrado de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu.
Y es que Villarejo, en los audios revelados en el digital El Món, señala a Andreu que la ‘policía patriótica’ ha ‘vendido la burra’ de la cuenta falsa de Trias en Suiza a periodistas de El Mundo, y el juez no tomó ninguna decisión ante el posible delito. "No me imaginaba que fuera posible que se reunieran para comer un comisario, un juez, un empresario, el presidente de La Razón, el director general de Centro de Inteligencia contra el Terrorismo, y que hablaran con un número dos del Ministerio del Interior, para mantener este tipo de conversación frívola y en la que se burlan de lo que hacen", señaló en la misma entrevista.
Esa opción, la de plantear la vuelta de Trias como una especie de revancha por lo sucedido en 2015, podría aglutinar a ese independentismo que ahora se encuentra desnortado, con votos procedentes de la absteción e, incluso, de ERC. Al mismo tiempo, las mismas fuentes de JxCat, considera que la opción de Trias deja en fuera de juego otras opciones como la posible candidatura de Sandro Rosell o los movimientos que pueda poner en pie Centrem, el partido de la ex consejera de Empresa, Àngels Chacón.
Pero, ¿con qué objetivo? Trias ha señalado a los suyos que el objetivo número uno es que los comunes de Ada Colau no gobiernen de nuevo la ciudad. Y que la prioridad es llegar a un acuerdo con los socialistas. ¿En qué posición? Eso es lo que ha cambiado ahora, porque Trias se ve capaz de llegar primero a la meta. En caso contrario, sin embargo, la opción se mantiene: pacto antes con el PSC que con ERC y, “por supuesto”, que con los comunes.
Lo que reclama Trias es que Junts per Catalunya sea algo “útil”, que sirva para enderezar la ciudad de Barcelona, con un partido ordenado, sin escándalos ni cosas estrafalarias, leáse en ese último caso las acciones de Laura Borràs y sus seguidores pre-políticos, como Francesc de Dalmases –siempre pegado a Borràs allá donde vaya—o Aurora Madaula o el propio Quim Torra.
El ‘clik’ de Trias se ha producido, pero ahora todo depende de que se articulen y se pongan en línea todos sus requerimientos en el seno de JxCat, sabedor el excalde de Barcelona y exmano derecha de Jordi Pujol durante muchos años, de que su candidatura daría un golpe de envergadura en todo el tablero político de Barcelona.