El síndic de Greuges de Barcelona, David Bondia, ha presentado este viernes en el pleno municipal de Barcelona el informe de la Sindicatura de 2022. Bondia ha apuntado que se han llevado a cabo "1.544 intervenciones" el pasado año, un "18,6%" de las cuales en el Eixample. El síndic ha señalado que se han realizado "459 resoluciones", y ha instado al Ayuntamiento a dar respuesta a peticiones como "acelerar la retirada del amianto de la ciudad, mejorar la accesibilidad y agilizar el empadronamiento de personas sin vivienda fija", entre otras.
Los grupos municipales han criticado la afinidad entre la institución y el gobierno municipal, y han cargado contra el ejecutivo de Ada Colau por la tardanza en sus respuestas a las peticiones ciudadanas.
"LENGUAJE IDEOLÓGICO"
La presidenta de Valents en Barcelona, Marilén Barceló, ha afirmado que en el informe del síndic se detecta un “lenguaje ideológico”, y ha lamentado que no se haya hablado con “propietarios de viviendas okupadas”. La edil también ha criticado que la Sindicatura se haya posicionado “a favor de suspender la relación con Tel Aviv y Gaza”. Óscar Benítez, regidor de la formación, se ha sumado a las reivindicaciones de Barceló y ha remarcado el “claro alineamiento” de la institución “con el gobierno municipal”. El concejal del grupo liderado por Eva Parera ha insistido en la escasa cifra barceloneses que conocen la figura de Bondia, quien “solo ha visitado 23 barrios” en 2022.
Josep Bou, regidor del PP, ha reclamado al síndic la defensa a la “escuela concertada”, y ha reprochado a Bondia que en el escrito de la Sindicatura no cuenta con aspectos como el estado de las personas sintecho en la ciudad y aspectos en materia de vivienda.
Júlia Barea, concejal de Ciutadans, ha subrayado que “los ciudadanos tienen que ser escuchados, sentirse representados y recibir respuesta de todas las quejas”, tras lo que ha criticado que el Ayuntamiento dé respuesta al síndic en una media de “86 días”. “No recibimos las respuestas a tiempo ni cuando son necesarias”, ha expresado la edil al tiempo que ha reclamado que se amplíe el personal destinado a este trabajo.
ESCASAS RESOLUCIONES ACEPTADAS
Neus Munté, regidora de Junts, ha recordado que una quinta parte de las quejas proceden del Eixample, pero ha apuntado que “solo se ha visitado un barrio” del distrito. La edil ha lamentado la demora con la que el Ayuntamiento resuelve las recomendaciones de la Sindicatura, y ha destacado que solo el “18,2%” han sido “totalmente aceptadas” desde el gobierno municipal. Munté también ha apuntado que su formación será “beligerante” en caso de ver un “intento de instrumentalización política” de la institución.
Laia Bonet, concejal del PSC, ha defendido la "consolidación" de la Sindicatura, y ha destacado que la institución ha recibido "246 quejas de la ciudadanía de otros municipios", lo que evidencia que "las políticas que impulsa el Ayuntamiento no solo afectan a sus vecinos". Jordi Martí, edil de Barcelona en Comú, ha defendido la gestión del gobierno municipal en ámbitos como el incremento presupuestario en materia de Servicios Sociales, con "más de 400 millones de euros", y el crecimiento de la plantilla del consistorio.
Gemma Sendra, regidora de ERC, ha apuntado a la "alarma" que supone la elevada cifra de quejas en el ámbito de "ciudad garantista", ha reclamado mejorar la respuesta municipal a los requerimientos de los vecinos, y ha solicitado al consistorio que priorice las problemáticas que afectan a personas vulnerables.