La candidata por Valents a las elecciones munnicipales de Barcelona, Eva Parera, ha criticado duramente el gasto que llevará a cabo la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, para celebrar en el distrito del Eixample que se aerca el final de las obras pacificación de varias de sus calles centrales, conocida como la 'superilla'.
“Al despropósito de desembolsar 52,7 millones de euros por una pacificación que no ha pedido nadie, se une ahora esta fiesta innecesaria de publicidad y autobombo, justo cuando quedan dos meses de las elecciones municipales del 28 de mayo”, asegura Parera. Y añade: “Nos parece totalmente fuera de lugar la celebración de esta fiesta pagada por el Ayuntamiento de Barcelona. Es solo un acto de propaganda, como la web que han abierto con las actuaciones del mandato por la que los ciudadanos han pagado 30.000 euros”.
En este sentido, recuerda que la administración de Colau ha gastado 10 millones de euros anuales en publicidad, es decir, 40 millones en el último mandato de los comunes. Valents preguntará en el pleno de marzo el coste que tiene la fiesta y la publicidad realizada, así como las jornadas internacionales de la Superilla Barcelona, que se realizán del 22 al 25 de marzo.
FIESTA IDEOLÓGICA
Para Parera, la superilla es “un proyecto ideológico” que se ejecuta en unos nueve meses, para que esté listo para las elecciones, mientras otras importantes reformas de la ciudad, como la de la Rambla, acumulan años de retraso y ahora que las obras han empezado no pueden ir más lentas. “Estamos pagando 52,7 millones de euros en la reforma de cuatro calles y la construcción de cuatro plazas. Es una vergüenza”.
Valents se compromete a “revertir” la superilla del Eixample en caso de gobernar. “Debemos devolver las calles a su situación original. La superilla crea calles de primera y de segunda, generará especulación inmobiliaria y ya provoca importantes problemas de movilidad en el centro. Es un invento que no gusta a casi nadie y que tiene como colofón un plan de usos que lo único que busca es prohibir y prohibir y poner trabas a la restauración”.
Parera recuerda que el proceso administrativo de la superilla ha incluido tramitaciones muy dudosas, como licitar las obras antes de que el proyecto estuviera aprobado de forma definitiva, con el objetivo de acelerar los pasos para que la pacificación se pueda estrenar antes de las elecciones.