Sin ningún entusiasmo. Con un rostro serio. Y con un enigma. Ada Colau ha desvelado en su discurso en el pleno de investidura que el socialista Jaume Collboni le ofreció, en las últimas horas, un pacto “secreto”, según el cual los comunes hubieran podido entrar en el equipo de gobierno, pero sin que el PP lo supiera de entrada. Aunque esa era la condición que había señalado la dirección del PP, los socialistas consideraban que más adelante podrían incorporar a los comunes.
Colau ha señalado que ese acuerdo “se rechazó” y que eso justifica la decisión de ir “directamente a la oposición”. Aunque ha dejado claro que prefiere a Collboni, “por una cuestión de ciudad, frente a la elite que ha representado Trias”, Colau no se ha mostrado contenta con el dirigente socialista.
Los comunes ejercerán, ahora, una labor de oposición, y, por ello, ha advertido a Collboni de que le será “muy difícil, por no decir imposible” gobernar con diez concejales. Pero eso será un trabajo del nuevo alcalde socialista, que deberá ahora buscar socios para poder gobernar.