El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha asegurado este lunes que se alejará de criterios partidistas para decidir la estructura técnica del Ayuntamiento de Barcelona. Los gerentes y directivos que se desempeñarán en el consistorio, ha señalado, los nombrará bajo criterios de "profesionalidad y valía" independientemente de la "adscripción política" que tengan.

El socialista ha remarcado que su obligación es mantener "la institución en orden", y ha explicado en declaraciones a TV3 que en su etapa al frente de la alcaldía barcelones "habrá gerentes y directivos de la anterior etapa", pero también entrarán otros "nuevos".

SIN PACTOS

Collboni ha asegurado que no alcanzó ningún acuerdo de gobierno con los comunes ni con el PP. "No hay ningún pacto verbal ni escrito. Hay un compromiso por la investidura", ha señalado respecto a los momentos previos a la sesión en la que fue se hizo con la vara de alcalde.

Las declaraciones de Collboni contrastan con las exigencias del líder popular, Daniel Sirera. A la línea roja que marcó el edil al PSC exigiendo que no pactara con Colau, se suman otras exigencias concretas en cuestiones de ciudad, como frenar la unión del tranvía por la Diagonal, revisar los carriles bici y suprimir algunos como el de vía Augusta, y acabar con la reserva del 30% de vivienda protegida en nuevas construcciones.

DECISIÓN EN BARCELONA

Ante las acusaciones de articularse una "operación de Estado" emitidas desde ERC y Junts, el socialista ha asegurado que las decisiones para su investidura se tomaron "dentro de las cuatro paredes del Ayuntamiento de Barcelona".

Collboni ha asegurado que gobernarán con 10 regidores durante "los próximos meses", y ha destacado que su obligación será la de "buscar consensos dentro y fuera del gobierno".