Ada Colau no está dispuesta a facilitarle la legislatura a su sucesor, Jaume Collboni, De hecho, el actual alcalde se ha convertido en el gran enemigo de los comunes. De aliado leal de Ada Colau cuando esta era alcaldesa, ha pasado a ser el enemigo a batir: ahora la líder de Barcelona en Comú le quiere hacer la vida imposible desde todos los frentes. Barcelona en Comú (BeC) ha intentado boicotear en lo posible el mandato. Acusó a los socialistas de bloquear la regulación de los alquileres, de venderse a Junts per Catalunya para evitar que Colau vuelva al gobierno municipal, de venderse a las élites por “reclamar un aeropuerto del siglo XXI”, de cargarse el urbanismo táctico de Pelayo porque no tiene proyecto de ciudad y le importa más su imagen que mejorar Barcelona”, de sucumbir ante los constructores para retirar la obligación de dedicar el 30% de vivienda a alquiler asequible, de dar alas a los fondos buitre, de revertir la lucha contra el cambio climático, de votar en contra de los “ejes verdes”, de eliminar carriles bici, de elaborar unos presupuestos para 2024 “tímidos y poco redistributivos” o de permitir que reabran pisos patera turísticos, entre otras cosas.
Pero también en la dinámica interna del consistorio se notan los palos en las ruedas de los antiguos socios de gobierno. Una de las cuestiones donde se ve la desidia de los comunes es en la composición de los consejos de las empresas públicas que dependen de la Administración local. Los comunes no se han volcado en esa tarea. De hecho, de copar las cúpulas de las compañías públicas, BeC ha pasado a tener una exigua representación en algunas compañías públicas y en algunas de ellas ni se ha dignado en incorporar a un concejal al consejo.
EMPRESAS SIN CONCEJALES COMUNES
Es lo que pasa, por ejemplo, en Barcelona Activa, en cuyo consejo de administración tienen representantes el PSC, Junts, ERC, PP y Vox, pero está pendiente de cubrir un puesto de los comunes. Barcelona Activa es una sociedad que ofrece formación y asesoramiento empresarial y está “orientada a la integración de la gestión económica, ética, social y ambiental de la organización, priorizando el diálogo con los grupos de interés para crear un valor compartido a largo plazo. Uno de sus puntos relevantes es el compromiso en la reducción de las desigualdades mediante la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible”. Su nueva presidenta es Raquel Gil y en su consejo se sientan Jordi Valls (PSC), Ramon Tremosa (JxCat), Jordi Coronas (ERC), Àngels Esteller (PP) y Gonzalo de Oro-Pulido (Vox), pero no hay ningún concejal de los comunes.
En Foment de Ciutat, otro de los viveros empresariales barceloneses tampoco hay representación de los de Colau. Presidida por el socialista Lluís Franco, incorpora a los también socialistas Laia Bonet y Albert Batlle y cuenta en su consejo con Jordi Martí Galbis (JxCat) y Gonzalo de Oro-Pulido (Vox). Esta empresa está especializada en la gestión de proyectos integrales, transversales y con implicación ciudadana y territorial. Entre sus cometidos se encuentra el control del ambicioso Pla de Barris. Y ha puesto en marcha proyectos de cooperación público-privados como la creación de Procivesa, reemplazada luego por Focivesa. En realidad, estas dos empresas son las encargadas de fomentar la creación de más sociedades, lo que no complace a los comunes, que quieren potenciar sólo cooperativas. Según su ideario, el tejido empresarial tal y como está pensado favorece al capitalismo, por lo que forma parte de la lista de enemigos a batir.
PRESENCIA EN BIMSA
En otras empresas municipales no existe aún nuevo organigrama. Es el caso de Cementiris de Barcelona, presidida los últimos años por el polémico Eloi Badia, actual diputado en Madrid. Su presidencia está vacante y su vicepresidencia está ocupada por Ignasi Armengol, también director general de la Fundació Barcelona Capital Náutica. También figuran como consejeros Oriol Ángela y el exconvergente Joan Puigdollers, pero faltan otros cinco puestos de consejeros a cubrir. Tampoco la firma Barcelona de Gestió Urbanística, cuyo cometido es el urbanismo y la gestión del territorio, tiene aún representantes municipales.
La empresa Barcelona d’Infraestructures Municipals (BIMSA), la firma que controla toda la obra pública de Barcelona, en cambio, sí tiene ya una nueva cúpula bien definida. Presidida por Laia Bonet, su vicepresidente es Jordi Valls e incorpora a su consejo a David Escudé (PSC), Damià Calvet (Junts), Janet Sanz (comunes), Liberto Senderos (Vox) y a varios altos cargos municipales, aunque no incorpora concejales de ERC y PP. La cuota de Esquerra, sin embargo, es defendida tanto en BIMSA como en Foment de Ciutat por Josep Maria Boronat, secretario de Organización republicano en la Ejecutiva de Barcelona Vella.
LA EMPRESA CON MÁS POLÍTICOS
La empresa de servicios por antonomasia, Barcelona de Serveis Municipals (B:SM), es donde hay una mayor concentración de políticos. Presidida actualmente por Laia Bonet, también tiene como vicepresidente a Jordi Valls y en su consejo se sientan David Escudé (PSC), Victòria Alsina (Junts), Francina Vila (Junts), Joan Rodríguez (Junts), Jordi Martí Galbis (Junts), Janet Sanz (comunes), Elisenda Alamany (ERC), Jordi Castellanos (ERC), Daniel Sirera (PP) y Àngels Esteller (PP). En su consejo falta una plaza de consejero por cubrir, que presumiblemente correspondería a los comunes. Esta empresa es la que controla la gestión de todos los servicios. Entre otras empresas, es la propietaria al 100% de Cementiris de Barcelona, pero también tiene el 50,69% de Mercabarna y el 58,35% de Tractament i Selecció de Residus (TERSA).
Otra empresa que merece tenerse en cuenta es Barcelona Cicle de l’Aigua (BCasa), otra firma que había presidido hasta hace unos meses Eloi Badia. Esta sociedad está presidida ahora por Laia Bonet y su vicepresidenta es la socialista Marta Villanueva. En su consejo están Francina Vila (Junts), Guille López (comunes) y Liberto Senderos (Vox), aunque hay tres puestos pendientes de cubrir. El PP colocó en este consejo a Sonia Devesa, que iba de número 5 en su lista por Barcelona y no logró el acta de concejala. ERC, por su parte, ha colocado a Eduard Cuscó, consejero del distrito del Eixample.