Cada partido del FC Barcelona en el Estadio Lluís Companys convierte la montaña de Montjuïc en una auténtica ratonera. El caos se adueña de la montaña cuando juega el club blaugrana debido al intenso tráfico que intenta estacionar lo más cerca posible del estadio y, de rebote, la situación es un suplicio para los responsables municipales, porque no hay infraestructuras adecuadas para tal afluencia de público, aunque el consistorio cambia la movilidad de la zona para paliar los problemas, recomendando el uso de transporte público, en bicicleta o a pie.
De hecho, hay autobuses lanzadera gratuitos cada tres o cuatro minutos desde la plaza Espanya hasta el Estadio desde dos horas antes del partido, así como el reforzamiento de las líneas 13, 55, 150, 23 y 125, del funicular y del metro. El acceso en coche está limitado a partir de tres horas antes del inicio del partido y durante la jornada se restringe el tráfico en las dos principales vías, la avenida del Estadi y el paseo Olímpic. Durante el partido, no se puede atravesar la montaña en coche. Para los usuarios de moto, hay un aparcamiento de 3.500 plazas de motos en la calle Doctor Font i Quer y en el paseo del Migdia. Para los que se desplazan en bici, existe un carril entre plaza Espanya y la avenida Miramar y durante 2024 se crearán ocho nuevas estaciones de Bicing y una consigna para bicicletas y patinetes eléctricos.
DECENAS DE MILES DE ESPECTADORES
Con todo el trasiego, el caos es grande, debido a la gentrificación del entorno del Estadio que incluso dificulta la llegada del transporte público. Para acabar con los quebraderos de cabeza, el Ayuntamiento de Barcelona firmó el jueves 18 de enero un contrato con la unión temporal de empresas formada por Sociedad Ibérica de Construcciones Eléctricas (SICE) y Excavacions Petit con el fin de solucionar el tema: esa solución pasa por instalar 7 cámaras de control de tráfico, 4 nuevos pasos semaforizados, 8 señales luminosas, 8 señales de información variable y dos señales variables de refuerzo de carriles.
Con estas señalizaciones se pretende organizar los accesos, asegurar la movilidad de los transportes públicos que llegan a la zona los días de partido y evitar accidentes. Además, las mejores servirán también para cuando haya actos puntuales en la zona, desde acontecimientos deportivos hasta conciertos. La llegada del FC Barcelona, no obstante, fue la única motivación de establecer las mejoras citadas, puesto que un solo partido del Barça puede arrastrar cada sábado de partido a decenas de miles de espectadores (el aforo del estadio es de 55.000 espectadores), cifra que pone a prueba la capacidad de organización de las autoridades locales.
UN CONTRATO MILLONARIO
El control de las obras corre a cargo de la empresa municipal Barcelona d'Infraestructures Municipals (BIMSA), que ha elaborado un Proyecto Ejecutivo de Elementos Tecnológicos con el fin único de facilitar la “movilidad asociada a la operativa del Futbol Club Barcelona en el Estadi Olímpic de Montjuïc”. La remodelación de los accesos no es una obra pequeña. El coste del contrato se eleva a 1.355.932 euros. Las obras deberán estar listas el próximo 18 de julio, cuando se cumplan seis meses de la firma del contrato. En realidad, no es mucho, si tenemos en cuenta que el club azulgrana pagará durante la temporada 2023-2024 entre 15 y 20 millones de euros al Ayuntamiento como alquiler para poder utilizar el Estadio Olímpico.
De hecho, el plan de movilidad consensuado entre el Ayuntamiento y el Barça conllevaba un gasto total de 7,2 millones de euros, que el club asume en un 64% y el consistorio en un 36%. Las obras de adecuación del Proyecto Ejecutivo que ahora se acomete entran dentro de las responsabilidades municipales de ese plan.
EL PRIMER SEMÁFORO DE BARCELONA
BIMSA convocó un concurso mediante procedimiento abierto simplificado al que se presentaron cuatro ofertas de grandes constructoras, que ganó la unión temporal de empresas citada. SICE, que tiene como consejero delegado a Antonio Pérez Hereza, es una multinacional con sede en Alcobendas (Madrid) con más de 2.500 empleados y 100 años de antigüedad (fue fundada en 1921). Curiosamente, en 1929 instaló el primer semáforo en Barcelona.
Presente en 30 países, el grupo SICE ha instalado, entre otros, los sistemas de control y comunicaciones del túnel del Puerto de Miami, el centro de control de conservación de carreteras de Navarra, el proyecto de control y centralización de los túneles de Madrid o los sistemas de gestión de tráfico para la ampliación de la autopista M5 West, en Sidney. Excavacions Petit, por su parte, es una firma de Vilafranca del Penedès especializada en movimientos de tierras, obra civil y edificaciones, que tiene como socio único a Juan Pedro Petit Vernet, un empresario local que controla varias empresas del sector de la construcción.