El cabreo es mayúsculo. El área metropolitana es una “continuidad urbana”, y no se debería segmentar por municipios cuando se busca reducir las emisiones para proteger la calidad del aire. El AMB (Área Metropolitana de Barcelona) ha reaccionado frente al decreto que prepara el Govern de la Generalitat y reprocha al ejecutivo de Pere Aragonès esa falta de sensibilidad, además de ver riesgos y “retrocesos”. El organismo supramunicipal ha enviado una carta dirigida a la directora general de Calidad Ambiental y Cambio Climático de la Generalitat, Mireia Boya, con una presentación de alegaciones al Plan de Calidad del Aire, con el horizonte de 2027.
Si hay una parte del territorio catalán sensibilizado con las bajas emisiones es el área metropolitana, que busca cómo coordinar mejor sus políticas medioambientales para evitar que cada municipio haga la guerra por su cuenta. La propuesta por municipios que ha elaborado la Generalitat “supondrá un retroceso en la capacidad de establecer restricciones de alcance metropolitano”, se señala. Se da la circunstancia de que en el AMB está representado en el órgano de gobierno Esquerra Republicana, el partido que gobierna en la Generalitat.
El AMB argumenta que hay otras realidades urbanas en Europa que han planteado la cuestión de las bajas emisiones de otra manera a como lo quiere hacer la Generalitat. “Tal y como hacen las ZBE comparables, como Milán, París, Ámsterdam, Madrid o Bruselas, es necesario tener en cuenta el AMB y sus municipios como una sola unidad funcional, con las características de una metrópolis con continuidad urbana", señala el vicepresidente de Movilidad, Transporte y Sostenibilidad del AMB, Carlos Cordón.
POSICIÓN UNITARIA
Otra cuestión es el propio calendario que se ofrece. Cordón considera que "actualmente existen distintas velocidades entre la ZBE Rondes BCN y las ZBE de otros municipios metropolitanos, pero todas son coherentes con una implantación progresiva y con objetivos comunes, coordinados y bajo criterios homogéneos”.
Pero hay más. Está la cuestión jurídica. El AMB entiende que el plan de la Generalitat puede suponer un riesgo importante. “Supone un auténtico riesgo en futuros contenciosos judiciales en términos de regresión de alcance de las restricciones”.
La posición del AMB, unitaria, con un equipo de gobierno formado por PSC, comunes, JxCat y ERC, supone un auténtico varapalo para el Govern de la Generalitat, que deberá cursar ahora las distintas alegaciones del órgano supramunicipal.