Barcelona entra, a la vez que buena parte de Catalunya, en la fase de emergencia por sequía. La falta de agua ha obligado a gran parte de los municipios catalanes a aplicar restricciones más severas para reducir el gasto. Sin embargo, la capital del Principado ha aplicado unas restricciones que, en ciertos aspectos, son más duras que las marcadas por el Govern.
Así se desgrana a partir de la rueda de prensa que ha protagonizado la teniente de alcalde Laia Bonet, en la que ha concretado todas las medidas previstas por el Ayuntamiento. Medidas, por otra parte, que no han sentado bien al sector hotelero, que prevé una crisis económica como consecuencia.
Para empezar, el consumo de agua por persona y día se situará en los 200 litros. La urbe tiene una media de 172 litros, por lo que los estadios I (200) y II (180) de estas restricciones no supondrán un golpe notable para los barceloneses.
RIEGO LIMITADO
Desde la entrada en vigor, toda el agua destinada al riego deberá hacerse con agua no potable. Además, solo se regarán donde se pueda hacer con aguas freáticas. En cómputo, se calcula que serán unos 150 puntos de la ciudad. Tampoco se harán nuevas plantaciones o sustituciones de árboles. El riego, además, será el justo y necesario para garantizar la supervivencia del arbolado. Más de 500 huertos urbanos no se podrán regar.
CENTROS DEPORTIVOS
Los lugares de práctica deportiva también aplicarán medidas. Estas son:
Se reducirán el 25% de las duchas disponibles. Los equipos federados no podrán ducharse tras los entrenos, solo tras los partidos. Se implementará la campaña "1 ducha - 3 minutos"; se reducirá al mínimo el filtraje de agua en piscinas y se vigilará detenidamente la aplicación de estas medidas en los centros. Los campos que necesiten riego, podrán regarse con el mínimo imprescindible, siempre que sea con agua freática.
SERVICIOS MUNICIPALES
El uso de agua freática también servirá para la limpieza de la ciudad. El Ayuntamiento ha fletado 28 camiones nodriza, que abastecerán de agua freática a los vehículos más pequeños.
Todas las fuentes ornamentales y, en general, lugares con agua de la ciudad que la utilizan como elemento estético, quedarán vacías. Solo se mantendrán aquellas --también con freática-- que representen un refugio para fauna en peligro de extinción o para la recuperación de especies autóctonas.
Finalmente, el Ayuntamiento lanzará una campaña para la concienciación de la ciudadanía sobre el ahorro de agua.