Un horizonte claro, con las propuestas que se consideran indispensables, con un proyecto político determinado. El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, quiere pisar el acelerador, aunque es consciente de que necesitará apoyos para poder gobernar la ciudad, porque los diez concejales del PSC son insuficientes. Pero quiere dejar claro qué desea implementar en la ciudad, con dos proyectos que indican su voluntad de mirar a izquierda y derecha: la prolongación del tranvía desde Sant Joan hasta Francesc Macià, y el fin de la reserva del 30% de vivienda pública en las promociones inmobiliarias, con la idea de impulsar la construcción, pero con la colaboración público-privada y con grandes consensos de ciudad.
Se trata del Programa de Acción Municipal (PAM) entre 2023 y 2027. Es una verdadera hoja de ruta para Barcelona durante todo su mandato, un plan que presentó este lunes la teniente de alcalde Laia Bonet. El programa se desea aprobar este miércoles en la comisión de Presidencia del Ayuntamiento de Barcelona y se complementará con la cuestión más decisiva: la aprobación de los presupuestos para 2024 el 2 de mayo, una vez haya transcurrido un mes desde la presentación de la moción de confianza, y sin que se haya presentado ninguna alternativa a la alcaldía por parte de la oposición.
Collboni está ya a la espera de lo que suceda en las elecciones catalanas del 12 de mayo, aunque mantiene vigente el acuerdo que suscribió con Esquerra Republicana para aprobar los presupuestos. Pero todo estará abierto, también un posible acuerdo con JxCat para determinados temas de “ciudad”.
Viviendas y tranvía
El PAM es la brújula de Collboni, con un total de 622 actuaciones, y con otras de carácter más específicas para los barrios. Entre ellas la más importante es la construcción de viviendas. El objetivo es construir 4.000 nuevos pisos asequibles, con la colaboración público-privada, y eliminando la actual normativa del 30% de vivienda pública en las promociones inmobiliarias. El propio Collboni ha señado que la medida, aprobada en el anterior mandato con la alcaldesa Ada Colau, de los comunes, “no ha funcionado”. Pero sigue vigente, a la espera de un acuerdo para un proyecto distinto. El alcalde ha defendido que ese 30% se pueda mantener, pero monetizado, es decir, que los promotores lo puedan aportar en dinero, para un fondo municipal.
En ese capítulo, el PAM también contempla la rehabilitación de 20.000 viviendas con los fondos Next Generation de la Unión Europea. Estas medidas llevarían a un acuerdo entre el PSC y JxCat, y alejarían, en cambio, el pacto del PSC con los comunes, que siguen defendiendo la reserva del 30% de vivienda pública.
En cambio, Collboni mira a los comunes en otra cuestión, en el capítulo de movilidad. En el PAM se prevé la conexión de las dos redes de tranvía, entre Verdaguer, en Sant Joan y Francesc Macià, en la Diagonal. En todo caso, no se precisa en qué momento, y esa conexión podría dejarse para el próximo mandato. El grupo de JxCat, con Xavier Trias, está en contra de esa conexión. En ese mismo capítulo se apuesta por una flota del 75% de autobuses de TMB con cero emisiones en el horizonte de 2030. Y ampliar las redes de agua freática y regenerada.
Más seguridad
Otro campo vital para Collboni es la seguridad. El PAM señala que se llegará a una plantilla de 3.500 guardias urbanos, con la aprobación de un plan de convivencia y una reforma de la ordenanza de civismo. Y se prevé la ubicación del Centro de Emergencias Metropolitanas en las Tres Xemeneies del Poble-sec.
La reforma de determinadas vías de la ciudad ha sido un dolor de cabeza para el Ayuntamiento, con críticas generalizadas. Lo que plantea Collboni es finalizar la reforma de la Rambla antes de 2027, y acabar la gran operación de Via Laietana, junto con la segunda fase de la cobertura de la ronda de Dalt. En este capítulo también se incluye la reforma de la Meridiana, de la Sagrera y de Glòries. Queda sin concretar, pero con la voluntad de avanzar, el proyecto del nuevo Campus del Hospital Clínic, y se propone duplicar la dotación del Plan de Barrios 2025-2028.
En el capítulo social, se propone el impulso de la Renta Barcelona, con ayudas para paliar situaciones de vulnerabilidad económica, y la creación de once nuevos centros sanitarios de atención primaria, con una oficina de accesibilidad universal.
Collboni desea mantener y potenciar lo que ha sido hasta ahora su carta de identidad: el llamado Plan Endreça. Se pretende consolidar ese plan con una dotación de 435 millones de euros y la adquisición de espacios libres, los interiores de manzanas. También se insiste en el Plan de Climatización de Escuelas, que, en buena medida, se cubre con los 131 millones recaudados por la tasa turística cobrada a los hoteles. De esa cantidad, 31 va a la Generalitat y 100 al Ayuntamiento, como señaló Jordi Clos, el presidente de Turisme de Barcelona en una intervención en el Círculo Ecuestre. En total, se prevé climatizar hasta 170 escuelas.