Ada Colau ha aparecido en la televisión iraní Memri TV para denunciar la guerra de Gaza y explicar el fracaso de la expedición de la “Flotilla de la Libertad”. Durante su intervención, la exalcaldesa de Barcelona ha defendido su postura y ha criticado lo que ella llama “la falta de acción de la comunidad internacional frente al sufrimiento en Gaza”.
Colau ha criticado también el papel de Europa, calificándolo como “vergonzoso, puesto que el silencio es sinónimo de complicidad hacia la masacre que está perpetrando Israel”. Según la líder de los comunes, en España y en Europa “son millones de personas lo que no se sienten representadas por las posturas de su gobierno”. Por último, ha destacado que la expedición y sus miembros están coordinados con abogados internacionales para denunciar en los tribunales internacionales a “todos aquellos soldados, jefes de Estado y colonos israelíes que continúen con la ocupación”.
Barcelona en Comú ha vendido la participación de su dirigente y otros cargos electos de la formación en la “Flotilla de la Libertad” como una continuación de su política contra Israel. La acompañaron Jaume Asens, número dos de Sumar para las elecciones europeas, la diputada de Podemos Martina Velarde y Nicolás Sguiglia.
Cambio en las relaciones
La “Flotilla de la Libertad”, una iniciativa para llevar ayuda humanitaria a la población de Palestina, ha servido como una extensión de la política de los comunes contra Israel. De hecho, en febrero de 2023, meses antes de las elecciones municipales de Barcelona, Colau aprovechó el último tramo de su mandato para romper relaciones con Israel. Lo hizo de forma unilateral y sin el apoyo de su socio de gobierno, y con ello suspendió el hermanamiento de Barcelona con la ciudad de Tel Aviv.
Además, a principios de 2023, todavía bajo el cargo de alcaldesa, Colau envió una carta al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, donde le acusó de ejercer un “apartheid” sobre el pueblo palestino. Tras las elecciones municipales y con la constitución de un nuevo gobierno en la capital catalana, liderado por el PSC y sin formar parte ni Colau ni Barcelona en Comú, las relaciones con Israel se retomaron.
La supuesta misión
Esta aventura tenía como objetivo romper el bloqueo israelí hacia Gaza y llevar ayuda humanitaria a una población afectada por el conflicto. Sin embargo, las autoridades israelíes interceptaron y detuvieron la flotilla antes de que pudiera llegar a su destino. La flotilla era en realidad un carguero con 350 contenedores de ayuda humanitaria y tres embarcaciones con una “tripulación” de 500 “activistas” que pretendían ejercer como observadores internacionales sobre el terreno.
Finalmente, ni Colau ni el resto de los miembros que conformaban la tripulación, han podido ir a bordo de la “Flotilla de la Libertad” por lo que decidían abortar misión y volver a Barcelona ante los “impedimentos y obstáculos”.