Barcelona se suma a otras ciudades europeas en la limitación de cruceros. El alcalde Jaume Collboni ha anunciado este viernes, 24 de mayo, que el Ayuntamiento está negociando con el Port actualizar el convenio firmado en 2018 para limitar los cruceros. Collboni ha asegurado que la ciudad está llegando "a su límite de capacidad".
El alcalde ha criticado que el acuerdo firmado por el anterior gobierno de Ada Colau "no ha tenido un resultado coherente" porque, si bien se alejaron las terminales de la ciudad, no se marcó un tope. El número de cruceristas en 2023 se situó en 3,6 millones, con un incremento anual del 8%, según las cifras aportadas por Collboni.
Cerrar terminales
La limitación se centraría principalmente en los cruceros que hacen escala de unas pocas horas en la ciudad. De hecho, Collboni ha reiterado que la intención del gobierno municipal es apostar por los puertos base, con un turismo de "calidad y no de cantidad". No obstante, el alcalde ha asegurado que si esto no consigue frenar la llegada masiva de cruceristas a la capital catalana, en un futuro también se plantearán cerrar alguna terminal.
Priorizar la negociación
Collboni ha reconocido que el sector crucerístico es "muy importante" y ha valorado el esfuerzo del Port en diversificar su actividad económica con proyectos como el BuleTech o la electrificación de sus muelles para reducir la contaminación.
En la misma rueda de prensa, la primer teniente de alcalde, Laia Bonet, ha señalado que no hay una fecha exacta para aplicar esta limitación. Por el momento, "diálogo, calma y acuerdo", ha señalado Bonet.