Una profesora sigue la mejor tradición de ERC. Elisenda Alamany ha dado un paso al frente. Su nombre ha ganado protagonismo por ser una de las ideólogas del pacto entre ERC y PSC. Saltó a la palestra de la política barcelonesa en 2019 y trabajó codo con codo junto a Ernest Maragall, quien abandonó el Ayuntamiento en diciembre de 2023. Fue entonces cuando Alamany asumió el rol de líder del grupo municipal en Barcelona. Ahora, se ha convertido en una de las piezas políticas más relevantes de la actualidad barcelonesa. Pero, ¿quién es Elisenda Alamany?
Implicada en movimientos sociales desde su juventud, nació en L'Hospitalet de Llobregat en 1983 en el seno de una familia progresista. Su padre, votante de la CUP, la llevó a formar parte de entidades como la Plataforma Antifascista y de la Asamblea de Letras durante su etapa de estudiante de Filología Catalana en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
Como muchos jóvenes catalanes que se abrían al mundo laboral en una España inmersa en una grave crisis económica, Alamany se fue de Catalunya por motivos laborales. Después de licenciarse y trabajar como profesora de catalán, viajó a Londres y a China para labrarse un futuro. Regresó pocos años después, aunque poco se esperaba que su futuro cambiaría tanto: de profesora a política.
Cercanía con los comunes
Aunque se la conoce en gran parte por su recorrido en la política institucional, lo cierto es que su trayectoria se inició en el municipalismo. Formó parte de L’Altraveu, un partido local simpatizante de la CUP de Castellar del Vallès, localidad a la que se trasladó a vivir su familia. Allí compartió espacio con Gemma Ubasart, la actual consejera de Justicia en funciones, quien la empujó a dar el salto al Parlament. Con ello, se implicó en el nacimiento de Catalunya en Comú junto a otras caras conocidas como Ada Colau y Xavier Domènech.
Fue portavoz del partido de los comunes, cargo que abandonó después de airear sus diferencias con el órgano duro del partido, encabezado por Colau, y tras la dimisión de Domènech, del que Alamany era muy próxima. Aunque dejó el grupo parlamentario, mantuvo su escaño en el hemiciclo.
Nuevo camino con ERC
En 2019 fundó un nuevo partido, Nova, que selló una alianza con Esquerra Republicana de Maragall para presentar candidatura conjunta en las municipales. Alamany pasó a ser la número dos de la lista por el Ayuntamiento de Barcelona. El fichaje de Alamany acabó de romper las relaciones cordiales con los comunes. De hecho, Colau criticó duramente su decisión y lo tachó “de tacticismo de bajos vuelos” y acusó a Alamany de “tener mucha ambición” y de “no conocer la ciudad”.
Desde el acuerdo de coalición de Nova con ERC, el partido no ha tenido ninguna actividad política. Así, Alamany siguió los mismos pasos que su compañera de batallas en política local Gemma Ubasart --quien fue secretaria general de Podem Catalunya y actualmente es consejera de Justicia del gobierno de Pere Aragonès-- y se pasó a las filas republicanas.
El liderazgo de Alamany
Desde 2019 es concejal de Esquerra Republicana en Barcelona. En junio de 2023 quiso refrendar su amor por ERC y se hizo militante. El relevo de Maragall en el liderazgo del partido comportó un cambio en las dinámicas del partido. La relación entre socialistas y republicanos con Maragall al frente –al que le arrebataron la alcaldía en 2019— hacía inviable un acuerdo. Con la nueva líder municipal, las negociaciones con Collboni se intensificaron hasta llegar a un acuerdo, que tendrán que votar las bases en un congreso que se celebrará en las próximas semanas.
Para Esquerra es una pieza valiosa, porque engarza con un sector de los comunes. Existe una franja electoral compartida entre los dos partidos. Y para ERC era esencial lograr la complicidad de una sociología barcelonesa progresista no netamente independentista. El sinónimo que se buscó fue el de "soberanista". Se podía y se debía buscar al elector "soberanista", el que deseaba una consulta a los catalanes, aunque fuera para poder decir 'no' a la independencia. Alamany podía representar esa parte de la sociedad, y, además, se relacionó personalmente con dirigentes de Esquerra.: es la pareja de un ex alto cargo de la Generalitat, muy próximo a Oriol Junqueras. Y ahora ha desafiado a la nueva jefa del partido, Marta Rovira, cada vez más alejada de Junqueras.
Los que conocen su forma de actuar en el Ayuntamiento destacan su flexibilidad y su deseo de trabajar siempre en equipo. Alamany es consciente de que asumió la responsabilidad en el consistorio, tras la salida de Maragall, como una oportunidad, sin que ello comporte que pueda ser la candidata a la alcaldía en las elecciones de 2027. Pero su trabajo en los próximos años determinará su fuerza, y también el grado de conocimiento que pueda tener al final del mandato. Y para ello, y es lo que le ha hecho notar a la dirección de ERC, junto con Eva Baró, la presidenta de la Federación de ERC de Barcelona, "formar parte del Gobierno municipal es esencial".