“Después de 10 años muy intensos, llenos de éxitos colectivos que parecían imposibles, empiezo una nueva etapa, tanto personal como política. En octubre, dejaré el acta de concejala del Ayuntamiento de Barcelona para dedicarme a tejer alianzas internacionales con partidos progresistas e iniciativas municipalistas”. Son palabras de Ada Colau, exalcaldesa de Barcelona, anunciando un giro en su carrera política. Dijo, además, que no optará a liderar el proyecto de los comunes y que “por descontado, continuaré vinculada al proyecto de los comunes y de Barcelona en Comú”. En su carta de despedida anunció que no continuará como coordinadora de Catalunya en Comú pero que seguirá “vinculada al proyecto a través de la Fundació Sentit Comú”.
Entre otras cosas, la exalcaldesa tendrá un papel determinante en esa fundación, que no es otra cosa que el laboratorio de ideas de los comunes y la estructura que, además, controla el aparato de propaganda del partido, que ya se ha hecho servir los últimos años para preservar y defender la imagen de Colau ante las críticas que recibía en su última etapa como alcaldesa.
Un elenco de altura
La Fundación está presidida por Joan Subirats, excomisionado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, en un principio valedor de Colau y luego su protegido. Subirats fue ministro de Universidades, un ministro florero nombrado sólo para dar visibilidad a la cuota comunes en el gobierno de coalición entre PSOE y Podemos. Si sólo se dedicase a la Fundación, Colau no tendría mucho trabajo. La entidad suele publicar un artículo de reflexión mensual y poco más. Su órgano de gobierno tiene nombres de peso tanto de los comunes como de la vieja ICV: además de Subirats, destacan Janet Sanz, Ricard Gomà, Laia Ortiz, Marc Parés, Joaquim Brugué, Ramon Arnabat o Ximo Balaguer, entre otros.
Pero lo cierto es que la fundación sirve también para dar cobijo a una intrincada red de medios de comunicación que han movido las redes sociales durante años y que sirvieron de laboratorio de propaganda extremista contra los enemigos de los comunes y de Podemos. Tras la creación de Sentit Comú, pasaron bajo su influencia y su área de poder la plataforma La Futura Channel y la revista La Pública.
Campañas de desinformación
Desde estos medios, se difundieron auténticas campañas de desinformación contra los rivales políticos. Cuando Colau se sintió contra las cuerdas a causa de denuncias y acusaciones de favoritismos, las plataformas comuneras denunciaron campañas de acoso contra Ada Colau de la ultraderecha y de lobbys económicos e inmobiliarios. Echaron mano, para ello, de supuestos informes de profesionales neutrales que, al final, se demostraron que eran de activistas de los propios comunes. Es decir, que los informes neutrales que se publicaban primero en medios amigos para después ser rebotados por estos canales y por los partidos eran sólo informes de parte elaborados en las cloacas de Barcelona en Comú. La contrainformación en la última etapa de ésta como alcaldesa se controló, precisamente, desde la Fundació Sentit Comú, de la que dependen las dos plataformas.
Más activa es el área de Formación e Investigación, que organiza periódicas charlas y debates en la sede del partido. El director de la entidad, Mario Ríos, presentó el pasado mes de junio el proyecto ‘Ciudades sin miedo. Diálogos entre América Latina y Barcelona’, un ciclo de conferencias que tuvo lugar en Bogotá. En Barcelona, la Fundación organiza el debate ‘¿Quién manda en Barcelona?’, cuatro actos el primero de los cuales tendrá el 19 de septiembre bajo el lema ‘Contra la especulación. ¿Sabemos lo que puede hacer Barcelona?’. Hasta el 2 de octubre, habrá otras tres conferencias, en la última de las cuales intervienen Janet Sanz y Erik Harley, experto en estudios urbanos.
El mismo día 19, en el Ateneo Àgora, la Fundación organiza también un debate que lleva por título ‘El padrón, ¿un derecho o un privilegio?’, en el que intervienen el diputado de los comunes Andrés García Berrio, la coordinadora de Obrim Fronteres, Maria Creixell, y la adjunta al Síndic de Barcelona, Eva García Chueca. El área de Formación es la más activa de toda la Fundación, con diferencia. Su objetivo es difundir los posicionamientos del partido mediante la multiplicación de actos de pequeño formato muy dirigidos a fidelilzar a una militancia y un activismo preocupado por determinados temas y muy fiel a la izquierda.
La internacional municipalista
Dentro de la Fundación se encuentra también la plataforma Fearless Cities, una entidad utilizada por Colau para crear una tupida red internacional municipalista que le permite estar presente en todos los foros mundiales de la izquierda radical. Fearless Cities sí es una plataforma que organiza debates y moviliza a entidades afines y se autoproclama la Internacional Municipalista. Ha organizado algunos actos y dos encuentros internacionales, aunque desde el 2021 se encuentra en una parálisis permanente.
La entidad estructura sus actividades en cuatro ámbitos: derechos y libertades, economía y transición ecológica, feminismos LGBTI y cuidado y movilización, organización y movimientos sociales. Para poner en marcha el ambicioso proyecto para el que fue creada se necesita un profundo trabajo de campo, aunque la intensa actividad de Colau en la política internacional puede darle contenido a esta área de actividad que depende de Sentit Comú.
Controlará la tienda del BeC
La exalcaldesa enfocará su trabajo de proyección en la colaboración con determinados gobiernos y plataformas de Hispanoamérica y en campañas como la de defensa de Gaza y contra el estado de Israel. La llegada de Colau puede desatascar la Fundación y poner en velocidad de crucero una estructura creada para dar lustre a la izquierda radical. Lo cierto es que el trabajo está por hacer y los comunes no le sacan a su fundación todo el jugo que pretendían cuando la crearon.
Un último cometido de la Fundación es controlar el merchandising de Barcelona en Comú. Para ello, dispone de una tienda virtual donde vende camisetas con lemas proColau o procomunes, revistas, bolsas, tazas de desayuno, pegatinas, mapas, libretas o calendarios. A día de hoy, no se conoce cuántos ingresos tiene el partido o la Fundación por la venta de merchandising. Las últimas cuentas de pérdidas y ganancias y ejecución del presupuesto hechas públicas por BeC son del ejercicio 2022, pero en ellas no figura ningún ingreso por venta de productos de su tienda. Y en la página de transparencia de la Fundación no existen cuentas: sólo una solitaria copia de los estatutos de la entidad.