El polémico macroplán de ampliación de la Universitat de Barcelona (UB) ya tiene el beneplácito definitivo del Ayuntamiento. El pleno municipal ha votado a favor de la modificación del Plan de mejora urbana para la adecuación de la ordenación del Campus Sud, un paso necesario para impulsar la transformación de la zona que ha contado con la unanimidad de los grupos municipales a excepción del PP, que se ha abstenido.

Laia Bonet, regidora de Urbanismo, ha asegurado que con esta aprobación se ha dado “un paso adelante en la consolidación de Barcelona como nodo de conocimiento, de divulgación, de investigación y de innovación referente del sur de Europa”.

Diálogo

Tanto Junts como el PP han invitado al gobierno municipal, en sus intervenciones, a dialogar con los vecinos de Zona Universitària, que han rechazado este plan. En la formación liderada por Jordi Martí Galbis, la edil Francina Vila ha incidido en esta petición, cuyo cumplimiento ha considerado necesario para garantizar una “buena relación con el vecindario”.

El concejal popular Juan Milián ha hecho especial hincapié en esta cuestión. “Nos hemos reunido en diversas ocasiones con vecinos, nos trasladaron su preocupación por la falta de diálogo”, ha afirmado.

El regidor del PP ha reiterado la preocupación vecinal por una ampliación que “puede perjudicar el entorno” y, aunque ha señalado que la formación está a favor de la ampliación universitaria, ésta se podría hacer “de otra manera”.

Rechazo vecinal

Los residentes de Zona Universitària han expresado, en múltiples ocasiones, su rechazo a esta ampliación. La última protesta se produjo este miércoles, ante la sede del distrito de Les Corts, donde decenas de vecinos se manifestaron contra esta planificación.

La altura de los edificios proyectados, la falta de un plan de movilidad, o la amenaza que puede significar para espacios singulares, como el parque de Pedralbes, han sido algunos de los aspectos que han suscitado la crítica de los residentes.