Cambio de actitud en BComú. A pocos días de la salida de Ada Colau del Ayuntamiento de Barcelona, la formación se ha acercado al gobierno del PSC. Y lo ha hecho a través de las ordenanzas municipales, que este miércoles recibirán el voto favorable de sus exsocios de gobierno.
El acercamiento de posturas se ha evidenciado. De la misma forma que ERC, los comunes aspiran a entrar en el gobierno socialista barcelonés, que espera la celebración de los congresos en los que ambos partidos fijarán su rumbo para articular una "mayoría progresista" en la capital catalana.
Su nuevo posicionamiento allana el camino, moderadamente, de Jaume Collboni para la aprobación de los presupuestos de 2025. BComú entiende que los tributos deben ir "ligados" a las cuentas de la ciudad, por lo que este primer gesto con las ordenanzas fiscales aproxima la luz verde del partido a dichos presupuestos. Sin embargo, el grupo de Colau ha advertido que necesitará mayores concesiones para dar su visto bueno definitivo.
IBI y Park Güell
Janet Sanz confirmó, este martes, el apoyo de su formación a las ordenanzas fiscales. La edil de los comunes destacó su beneplácito a la subida del IBI a los hoteles de lujo, que según los planes socialistas pasaría del 1% actual al 1,08%. Pese a ello, este rédito no es suficiente para BComú, que está dispuesta a presionar al Ejecutivo local para que el incremento sea de un 1,30%.
Subir el precio de la entrada al Park Güell también ha sido del agrado de los comunes. El teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, mostró su predisposición para ello, en lo que representa una nueva concesión del PSC para lograr el apoyo de este grupo municipal.
El compromiso de Collboni para iniciar la regulación de los alquileres de temporada antes de que finalice el año, así como trasladar al puerto la necesidad de rebajar las terminales de cruceros, también se encuentran entre las cuestiones que han favorecido el apoyo de los comunes a los tributos propuestos por el gobierno municipal.
Exigencias de BComú
El apoyo de BeC en la Comisión de Economía de este miércoles no será un cheque en blanco. Sanz exhibió este martes algunas de las exigencias de los comunes que deberán cumplirse para dar un 'sí' definitivo a los impuestos del próximo año.
Una de ellas es dar continuidad a las polémicas pacificaciones impulsadas en el mandato pasado, con las calles de Sants-Creu Coberta, de Sicília y el paseo de Maragall como principales focos de actuación. A la vez, el partido en el que milita Sanz aboga por ampliar la superilla del Eixample.
Impulsar una funeraria y una óptica municipal serán requisitos añadidos que reclamarán a Collboni para mantener su apoyo a los tributos, un soporte que, según Sanz, va "ligado" a la aprobación de los presupuestos de Barcelona. Si hay acuerdo definitivo para las ordenanzas fiscales, lo habrá también para las cuentas de la ciudad.
ERC evita pronunciarse
A menos de 24 horas para la votación, ERC ha evitado pronunciarse sobre su posicionamiento relativo a las ordenanzas fiscales, pese a que su voto es necesario para lograr la aprobación. Sin embargo, su cercanía con el PSC, que dejó a los republicanos al borde de su entrada al Ejecutivo local hace escasos meses, evidencia una sintonía entre formaciones que podría traducirse en una abstención o un 'sí' de los de Elisenda Alamany.
Los socialistas, de hecho, han realizado una concesión que podría ser clave en la decisión de los republicanos. El incremento del recargo municipal al impuesto turístico hasta los ocho euros ha sido una cuestión en la que ERC ha incidido, y en la que el PSC, que aboga por optimizar la recaudación turística, está dispuesto a fallar a su favor.
El nexo común que conformaría un tripartito para aprobar los tributos es, a día de hoy, la voluntad de exprimir al turista. Y una aprobación inicial de esta carga fiscal facilitaría, a la vez, un eventual visto bueno de comunes y republicanos a los presupuestos de 2025.
BComú y ERC, pendientes de sus congresos
El futuro de BComú y ERC pasa por las decisiones que se tomen en sus congresos, que se celebrarán el próximo mes de noviembre. Los días 16 y 17 del citado mes, los comunes decidirán sus futuros liderazgos, en unas sesiones en las que se podría incidir en la voluntad de Colau de recuperar la alcaldía en los comicios municipales de 2027.
Los republicanos encararán su congreso el 30 de noviembre, en un momento de máxima fragmentación en el que Marta Rovira y Oriol Junqueras siguen sus caminos en el partido por separado. En dicha cita, cuatro candidaturas se disputarán el liderazgo: Militància Decidim, Nova Esquerra Nacional, Foc Nou y Col·lectiu 1-O.
Junqueras se presentará por Militància Decidim, y hará tándem con Alamany como secretaria general. Una victoria que consolidara su liderazgo en el partido facilitaría una eventual entrada de los republicanos en el gobierno Collboni, con el apoyo asegurado para los tributos y los presupuestos que ello conllevaría.