Luz verde a las ordenanzas fiscales de Barcelona. La Comisión de Economía ha aprobado inicialmente los tributos barceloneses con el voto favorable de BComú y ERC, que han articulado un tripartito con el gobierno socialista pese a advertir al gobierno municipal de que este 'sí' no es un cheque en blanco.
El teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, ha defendido que esta propuesta trata de "no incrementar la presión impositiva y seguir utilizando la fiscalidad turística" para controlar esta actividad en la capital catalana.
El edil socialista ha destacado la "subida del IBI" a los inmuebles cuyo valor catastral supere los 5,2 millones de euros, una medida que afectará básicamente a hoteles de lujo, la nueva zona bus y el incremento de la tasa de residuos para que esta actividad "no sea deficitaria", entre otras modificaciones.
Ordenanzas y presupuestos, conjuntos
Janet Sanz, edil de los comunes, ha insistido en que "ordenanzas y presupuestos van juntos", y ha asegurado que la intención de la formación pasa por "corregir la deriva elitista" del gobierno municipal, que está "muy cerca de los lobbies". Pese a destacar algunas medidas de su agrado, como el citado incremento del IBI o aumentar el precio de la entrada al Park Güell, la regidora ha advertido a Valls que "no tiene asegurados los votos de BComú".
El concejal republicano Jordi Castellana ha afirmado que ERC ha "avanzado con el goierno en compromisos", pero también ha marcado algunas demandas para garantizar su 'sí' definitivo. Entre ellas, destaca el impulso de un impuesto "sobre los grandes barcos" que atraquen en Barcelona.
Presión fiscal
Ramon Tremosa, regidor de Junts, ha lamentado que el grupo ha recibido "tarde y mal" la información sobre las ordenanzas, y ha lamentado que no se aplique una "reducción de la presión fiscal". "Es la construcción de un tripartito que se da por fases. No sé hasta que punto esta fórmula errónea le hace un flaco favor al gobierno", ha sentenciado.
Ángeles Esteller, concejal del PP, ha denunciado que estos tributos suponen una "asfixia fiscal que castiga a las clases medias". La edil popular ha incidido en que se mantiene un "IBI muy alto", y ha remarcado la "criminalización del sector turístico" que representa esta propuesta.
Gonzalo de Oro, líder del grupo municipal de Vox, ha señalado que estos impuestos "machacan a la clase trabajadora" mientras el gobierno municipal "riega con dinero público chiringuitos afines".