El Ayuntamiento de Barcelona convertirá la actual prisión de Trinitat Vella en un espacio para 221 pisos protegidos. El plan del consistorio es derribar el centro penitenciario a finales de 2026 para trasladarlo a su nueva ubicación en la Zona Franca.
El solar que deje libre el derribo del centro permitirá acoger 94 pisos para "realojar familias". Además, a partir de 2027 se construirán dos edificios, de 35 y 92 pisos cada uno, donde está ahora la prisión, lo que supondrá un total de 221 pisos de vivienda protegida.
Esfuerzo de las administraciones públicas
Así lo ha confirmado el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, en un acto durante este lunes, 13 de enero, con el conseller de Justicia, Ramon Espadaler. Collboni ha querido poner en valor el esfuerzo de las administraciones públicas para aportar soluciones ante el problema de la vivienda.
"Podemos decir que en 2026 podremos vaciar el centro y comenzar el proyecto que desde hace años había sido reivindicado por los vecinos", ha asegurado el alcalde.
El alcalde de la capital catalana ha destacado la puesta a disposición de solares públicos para "promover vivienda protegida", la limitación de las licencias a los pisos turísticos en 2028 y la regulación del precio de los alquileres.
Traslado a la Zona Franca
Las prisiones de Trinitat Vella y Wad-Ras, en la Vila Olímpica, se trasladarán a las nuevas instalaciones de la Zona Franca. Se prevé que en el caso del centro penitenciario de Trinitat Vella se mantenga como un centro abierto donde la mayoría de personas sean presos de tercer grado que acuden a dormir entre semana y para realizar trabajos.
Mientras que en el caso del primero se espera que se traslade a finales de 2026, la prisión de mujeres deberá esperar hasta finales de 2029 y 2030.