Rubén Pacheco
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A las puertas de la votación de los presupuestos de Barcelona para su posible aprobación inicial este enero, BComú ha recrudecido sus exgiencias. El gobierno municipal de Jaume Collboni, que ya cuenta con el 'sí' de ERC, necesita el beneplácito de la formación liderada por Janet Sanz para sacar adelante las cuentas.

Tal y como sucedió con los tributos barceloneses, los comunes están tensando la cuerda y dificultando un acuerdo para que la capital catalana disponga de nuevos presupuestos, una postura contraria a la que han mantenido los republicanos.

Reserva de vivienda protegida

Janet Sanz, líder de los comunes en la ciudad, ha recrudecido sus exigencias para dar su visto bueno a las cuentas. En una entrevista para Nació, la edil ha exigido en incrementar, de un 30% a un 50%, la reserva de vivienda protegida en nuevas construcciones.

"Hay que estudiar si hay viabilidad económica para desarrollarlo en barrios como Sant Antoni, Sants, Gràcia, Eixample o Poblenou", ha añadido la regidora.

Esta posibilidad ya fue descartada, el pasado jueves, por el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls. "No es un tema de discusión en el marco presupuestario", aseguró.

Licencias hoteleras

Sanz también ha incidido en la necesidad de replantear las licencias hoteleras en Barcelona. "¿Una licencia es para toda la vida? No tiene sentido, teniendo en cuenta que es un negocio que genera muchas externalidades y efectos negativos para la ciudad", ha señalado.

La edil de BComú también ha hecho hincapié en otras cuestiones para que los presupuestos tengan el "sello" de su partido, como incrementar las superilles, el establecimiento de una funeraria pública y la creación de una óptica municipal.