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El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha confirmado que el Ayuntamiento dispone de un plan para instalar 1.000 cámaras de videovigilancia en la ciudad.

El objetivo, según ha explicado en entrevista con El Periódico de Catalunya, es cubrir las zonas más críticas, comenzando por el litoral y algunas áreas de Ciutat Vella, donde la actividad delictiva es más elevada.

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni LORENA SOPENA - EUROPA PRESS

Esta cifra duplica la previsión anunciada en junio por el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, que hablaba de 500 cámaras en puntos estratégicos con alta concentración de personas y mayor incidencia de delitos.

Primeros pasos y garantías legales

Actualmente, el consistorio tiene en trámite la instalación de 500 cámaras que se desplegarán antes de que finalice el mandato en 2027.

Collboni ha destacado que todas las cámaras cuentan con autorización del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), asegurando que se respeta la protección de derechos y la legalidad.

Cámara de videovigilancia en imagen de archivo Pixabay

El alcalde ha explicado que ya ha transmitido al presidente del TSJC, Jesús María Barrientos, “la filosofía de esta política de prevención” y ha recordado que Barcelona está muy por debajo de la media europea en número de cámaras, por lo que este plan busca acercarse a los estándares internacionales.

Prevención y vigilancia como prioridad

El despliegue de estas cámaras forma parte de la estrategia municipal de seguridad, que busca prevenir delitos antes de que ocurran, reforzar la vigilancia en zonas de ocio y litoral, y mejorar la sensación de seguridad entre los vecinos y visitantes de la ciudad.

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