Barcelona ha puesto en marcha este martes, 2 de diciembre, la fase preventiva de la ‘Operación Frío’, un plan anual diseñado para proteger a las personas sin hogar durante los meses más fríos del año.
Esta iniciativa permite ofrecer alojamiento, alimentación y atención social y sanitaria a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad, y se mantendrá activa hasta marzo, adaptándose a la evolución de las temperaturas.
La fase preventiva implica la apertura programada del Centro de Acogida Nocturna de Emergencias (CANE), situado en la calle Ramon Turró, 161-167, en el barrio del Poblenou. El centro dispone de 100 plazas, distribuidas entre 74 para hombres y 26 para mujeres, y ofrece cobertura integral: los usuarios pueden ducharse, cenar, dormir y desayunar, además de recibir atención social para acceder a recursos y programas de inclusión según su situación.
La ‘Operación Frío’ se despliega en tres niveles según las condiciones meteorológicas. La fase preventiva, que acaba de iniciarse, se activa ante temperaturas nocturnas previstas de alrededor de 5°C.
Habitación del albergue para mujeres sin techo La Violeta, en Barcelona / ASSÍS
La fase de alerta entra en vigor cuando las mínimas descienden a 0°C de forma generalizada o cuando se activa el Plan de actuación de Emergencia Municipal para Nieve y Hielo. Finalmente, la fase de emergencia se declara si este plan se activa en toda la ciudad en su máxima alerta.
Datos de la temporada pasada
Durante el invierno anterior, la ciudad no llegó a declarar la fase de alerta ni la de emergencia. Aun así, el CANE abrió durante 115 días, desde el 13 de diciembre hasta el 28 de marzo, atendiendo a 788 personas, un 7% más que en la temporada precedente. De ellas, el 83,36% eran hombres y el 17,64% mujeres, con un perfil mayoritario de personas menores de 40 años (60%), mientras que los mayores de 60 años representaron solo un 8%.
En total, se registraron 10.943 pernoctaciones, con una ocupación media del 96,8%, lo que refleja la alta demanda de estos recursos en la ciudad. Los responsables municipales destacan la importancia de mantener el CANE operativo para garantizar que quienes carecen de hogar puedan hacer frente al frío extremo y acceder a la atención necesaria.
