El Ayuntamiento de Barcelona ha precintado las obras de una macrococina fantasma en el distrito de Les Corts. Una promotora trabajaba para acondicionar un local de 1.400 metros cuadrados, en la calle de Felipe de Paz. Las conocidas como dark kitchen son espacios que se alquilan a restauradores que elaboran comida y después la distribuyen a domicilio.
Fuentes municipales han explicado a Metrópoli Abierta que los servicios técnicos paralizaron las obras porque la empresa que impulsa la macrococina fantasma no dispone de la licencia correcta. "Los trabajos no están cubiertos por el comunicado que presentaron", indican.
SIN PERMISO DE OBRAS MAYORES
Según el consistorio, la empresa deberá pedir un permiso de obras mayores y acreditar el tipo de actividad que van a realizar, así como la documentación y los informes pertinentes.
El local se encuentra muy cerca del Camp Nou, en el barrio de la Maternitat i Sant Ramon. Algunos portales inmobiliarios anuncian el alquiler de un espacio de 18 metros cuadrados de la macrococina fantasma por unos 2.600 euros al mes.
La presidenta de la asociación de vecinos del Camp Nou, Anna Ramon, asegura que dentro se quieren habilitar unas 40 cocinas. "Eso es lo que nos ha dicho el concejal del distrito [Joan Ramon Riera]. Estamos en contra por la contaminación y el aumento del tráfico que comportará". Ramon se refiere a los motoristas y riders de empresas como Glovo que reparten comida a domicilio.
CARTELES EN CONTRA DEL PROYECTO
Hace semanas que los vecinos alertan que la empresa está construyendo una chimenea de grandes dimensiones para la evacuación de humos. En algunos balcones colindantes, los residentes han colgado carteles en los que se puede leer: Stop macrocuina fantasma.
Al respecto, el Ayuntamiento dice que cuando soliciten la licencia de obras mayores, los técnicos municipales comprobarán si los trabajos que quieren llevar a cabo cumplen con todos los requisitos.
Según Ramon, donde se construye la macrococina fantasma, antiguamente había una industria textil. Para la presidenta de la entidad vecinal, una zona residencial, con el local rodeado de viviendas, no es lugar ideal para poner en marcha un negocio de estas características, de ahí que se opongan a la instalación.