La ronda del Mig se ha consolidado, en las últimas décadas, como un foco de discusión debido a sus externalidades negativas. La fluidez que esta vía aporta a la circulación contrasta con los efectos no deseados de la misma, que se manifiestan en forma de contaminación acústica y atmosférica que afecta especialmente a los residentes que se encuentran en su entorno.
A lo largo de los años, el consistorio barcelonés ha impulsado la cobertura de diferentes tramos de esta vía rápida a excepción del comprendido entre la calle de Mejía Lequerica y la plaza de Prat de la Riba, con la afectación a los vecinos de esta zona de Les Corts que ello conlleva.
Tras diversos mandatos a la espera de estos trabajos que no se han llegado a realizar, los residentes exigen al gobierno municipal la ejecución de unos trabajos que den respuesta a esta reivindicación para completar la cobertura total de la ronda del Mig.
CONTAMINACIÓN
Desde la Coordinadora de Vecinos de Mejía Lequerica insisten en la necesidad de que se cubra la ronda con la mayor urgencia posible. Los vecinos de la zona, que durante años han visto cómo se techaban otros tramos de esta vía, denuncian que están expuestos a unos niveles de contaminación superiores, lo que evidencia un perjuicio para su salud. "Los niveles de contaminación están por encima de los límites de la OMS. No se está cumpliendo con la directiva europea", explican.
Inicio de un tramo cubierto en la ronda del Mig
La entidad lamenta que, en la última Audiencia Pública de Les Corts, el gobierno municipal votara en contra de una proposición que reclamaba la cobertura de este tramo de la ronda. "Es una actitud prepotente, en contra de la salud de los vecinos", remarcan desde la asociación.
Ante esta situación, los residentes señalan que denunciarán el caso a tantas instituciones como haga falta hasta llegar, en última instancia, al Parlamento Europeo, para poner fin a la constante exposición a contaminantes que sufren en su día a día.
IGUALDAD DE TRATO
La Plataforma per la Cobertura de l'Últim Tram de la Ronda del Mig (PCUT) denuncia la situación de desigualdad en la que se encuentran los residentes del entorno respecto a otros puntos de la ciudad, donde el Ejecutivo local ha anunciado la continuación de la cobertura de la ronda de Dalt. "Vemos que en otros distritos de la ciudad se hacen actuaciones para solventar la contaminación atmosférica y acústica. Reivindicamos la igualdad de trato, llevamos muchos años con este problema", aseguran.
Ronda del Mig a la altura de Maria Cristina
Desde el colectivo critican que la contaminación se sufre "durante todo el día", y recuerdan que la ronda dispone de hasta "11 carriles" la parte con mayor espacio de circulación. La agrupación también recuerda que se trata de una zona "muy transitada por escolares", e incide en la cercanía de clínicas como "Corachán o Dexeus".
Estos residentes reclaman que la cobertura venga acompañada de la creación de un "tronco central con una rambla" que disponga de arbolado, e inciden en la necesidad de ampliar las aceras, con especial atención a la del lado Llobregat. Además, afirman que esta solución urbanística también serviría para conectar el barrio.
PROYECTOS
Pese a que el Ayuntamiento no ha elaborado ni tan siquiera un anteproyecto para la cobertura de este tramo, la iniciativa vecinal ha facilitado que se hayan realizado eventuales proyectos para estos trabajos.
Tramo sin cubrir de la ronda del Mig en el año 2000
Uno de ellos, firmado en el año 2000 por el arquitecto Alfonso Hernández, ya advirtió entonces del tráfico diario de unos "159.000 vehículos" que circulaban por la zona, así como de una contaminación acústica con valores que superaban los "100 decibelios".
En 2008, un proyecto bajo la autoría del arquitecto Daniel Auledas trató una cobertura de unos 290 metros y un coste estimado de 11,3 millones de euros. La iniciativa contempló la ganancia de "6.000 metros cuadrados" en el barrio para dedicar a "parque, rambla o jardín", y la ampliación de las aceras laterales hasta superar los tres metros de ancho.
NEGATIVA MUNICIPAL
A día de hoy, el proyecto sigue sin contar con el compromiso municipal para su ejecución. En la citada Audiencia, la consejera socialista Irene Morales señaló que "un proyecto de esta magnitud necesita una propuesta realista, sin plazos y en función del contexto de la ciudad". Con esta justificación, Morales se limitó a apuntar la posibilidad de valorar el inicio de un estudio de viabilidad.