Jordi Alba no ha conseguido vender su espectacular mansión en forma de barco en la avenida Pearson de Barcelona, en el corazón de Pedralbes.
Más de un año después de ponerla en venta por 25 millones de euros, el exjugador del Barça y actual futbolista del Inter Miami se ha visto obligado a rebajar el precio hasta los 20 millones de euros para deshacerse de la propiedad ubicada en una de las calles más exclusivas de la capital catalana.
El lateral español mandó construir el inmueble, una de las propiedades más singulares de la zona alta de Barcelona, justo antes de la pandemia. El futbolista, que ha anunciado su retirada esta misma semana, proyectó la propiedad junto a su pareja sentimental, Romarey Ventura.
Las vistas de la casa de Jordi Alba en la zona alta de Barcelona
Un oasis
La casa simboliza la etapa dorada del lateral izquierdo en el club azulgrana. Con más de 1.400 metros cuadrados construidos y un terreno de casi 3.000, la conocida “casa-barco” incluye piscina exterior, gimnasio, pista de pádel y hasta dos pequeños campos de fútbol. Pero, pese a su exclusividad, no ha logrado atraer compradores.
La casa cuenta con hasta siete dormitorios tipo suite pensados para que cada persona cuente con espacio personal dentro de la propiedad. Además, ha sido diseñada para crear un espacio "generoso" y "reconfortante".
Con todo, se trata de un "auténtico oasis de serenidad" en una de las zonas más exclusivas de la ciudad de Barcelona.
Piscina y campos de fútbol de la casa de Jordi Alba en Barcelona
Inicialmente se especuló que el precio por el que se podía vender la propiedad era de siete millones, aunque el internacional español y su mujer optaron por elevar esa cifra hasta los 20.
Un precio que “rompió el mercado”
Cuando Alba decidió vender la vivienda en el verano de 2024, la operación “rompió el mercado” por su precio inicial, el más alto que se recordaba en el sector residencial de Pedralbes, tal como adelantó Crónica Global.
Zona exterior de la casa de Jordi Alba en Barcelona
Sin embargo, los expertos ya advertían de que la cifra era “excesiva incluso para el segmento de lujo”. Desde entonces, el jugador del Inter Miami no ha conseguido colocar la lujosa vivienda mientras él seguía en Estados Unidos, donde ha vivido su última etapa como jugador profesional.
El jugador, de 36 años, mantiene su residencia principal en la ciudad de Florida, donde milita junto a Messi y Busquets. Eso sí, ocasionalmente se ha dejado ver por Barcelona e incluso ha asistido a ver al Fútbol Club Barcelona, equipo en el que se consagró como uno de los mejores laterales izquierdos del mundo.
Interior de una de las habitaciones de la casa de Jordi Alba en Barcelona
Una mansión casi vacía
La propiedad, que apenas ha sido habitada por Alba y su pareja, Romarey Ventura, permanece custodiada por familiares del futbolista.
Se levanta en una de las parcelas más codiciadas de la avenida Pearson, donde residen nombres como Gerard Piqué, Marc-André ter Stegen o la empresaria Sol Daurella, presidenta de Coca-Cola Europacific Partners.
Una zona exclusiva
La Avenida Pearson, situada en el corazón del prestigioso barrio de Pedralbes, es sinónimo de exclusividad en Barcelona.
Gimnasio interior de la casa de Jordi Alba en Barcelona
Esta vía arbolada, de amplias aceras y elegantes residencias, se ha consolidado como una de las zonas más deseadas por las élites que han fijado su residencia en Barcelona. Su entorno tranquilo, alejado del bullicio del centro, ofrece un nivel de privacidad difícil de encontrar en otras partes de la ciudad.
Más allá de su valor residencial, la avenida simboliza un estatus social y económico que trasciende el mercado inmobiliario.
Asimismo, las vistas panorámicas sobre la ciudad y el mar Mediterráneo, junto con la seguridad y el ambiente selecto, convierten esta zona en un enclave reservado para un público muy exclusivo, consolidándola como una de las direcciones más emblemáticas de Barcelona.
Jordi Alba y Thiago Alcántara en una rueda de prensa en una imagen de archivo
Proyecto en L'Hospitalet
El lateral del Inter de Miami podrá centrarse tras su retirada en llevar a L'Hospitalet al fútbol profesional, el proyecto que lidera junto a su excompañero Thiago Alcántara, Oscar Pierre, CEO de Glovo, Gonzalo Álvarez, exresponsable de ventas de Glovo, y Antoni Garcia, antiguo líder de ERC en la ciudad.
Los jugadores lideran el ámbito deportivo del club, mientras que Pierre y Álvarez se encargan del área económica, con el objetivo de profesionalizar la entidad.
Por su parte, el exedil republicano se ha hecho cargo de la presidencia del Hospi, sucediendo a Santiago Ballesté, presidente de la patronal empresarial del Baix Llobregat y L'Hospitalet (AEBALL).
El ambicioso proyecto ha encontrado un modelo de referencia en el Girona para llevar el equipo de la segunda ciudad más poblada de Catalunya de la quinta división nacional a Primera.
