Las obras de la estación de Metro de la L3 en Passeig de Gràcia acabarán en septiembre y permitirán recuperar elementos de la arquitectura original de 1924, año de su inauguración dentro de la puesta en marcha del tramo Catalunya-Lesseps, embrión de la actual línea 3. Las obras de rehabilitación, que comenzaron en noviembre del año pasado, tienen un periodo de ejecución aproximado de unos 10 meses y una inversión de 2,67 millones de euros
La estación de Passeig de Gràcia recuperará elementos originales que habían quedado ocultos en reformas posteriores. La retirada de los falsos techos y de los revestimientos verticales de la nave de andenes permitirá recuperar la perspectiva completa del arco, revestido de baldosa blanca biselada, típica de muchos metros construidos a principios del siglo XX.
Asimismo, se recuperarán tres claraboyas del vestíbulo principal, enmarcadas con baldosas azules, que dejaban entrar la luz natural al subsuelo. Los trabajos se realizan en gran parte durante la noche para hacerlos compatibles con la prestación del servicio, aunque se aplican restricciones temporales en accesos y otros espacios.
Además de la recuperación de elementos originales, también se prevé redistribuir espacios en los dos vestíbulos y reconfigurar pasillos interiores para que el acceso junto a la Casa Batlló comunique directamente con el vestíbulo central. Otras actuaciones incluyen nuevos revestimientos de paredes y suelo; una nueva instalación eléctrica y del alumbrado, y elevar el nivel de los andenes para facilitar la entrada y salida de los pasajeros a los trenes.