Los vecinos de Congrés-Indians rechazan las alternativas proporcionadas por el Distrito de Sant Andreu y Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) y reiteran su única exigencia; que “no toquen el bus 20”. Por eso, han vuelto a salir a la calle con un mensaje esta vez aun más contundente: las respuestas de las instituciones no son suficientes y no pararán hasta que se escuche su petición.

Durante la protesta en la plaça del Congrés, la Associació de Veïns i Veïnes de Congrés-Indians ha manifestado que las opciones que se pusieron sobre la mesa durante las últimas negociaciones no proporcionan ninguna respuesta a una problemática, la posible eliminación de esa línea de autobús, por la que llevan protestando desde el diciembre pasado y ya suman tres reivindicaciones a pie de calle.  

“Esta protesta es para sumar vecinos para las próximas acciones” ha remarcado Jesus Ribera, miembro de la plataforma vecinal, que considera que solo si se expande el mensaje conseguirán ser un interlocutor válido. “En la última asamblea éramos 200. Hoy ya somos 300”, ha celebrado Ribera ante los aplausos de los asistentes, a los que ha animado a hablar con "cada vecino de vuestra escalera" sobre los planes del consistorio.

Tras la pasada manifestación frente al CAP Maragall, uno de los puntos clave del trayecto de esta línea que comunica la Plaça del Congrés con la Avenida Roma, se les prometió que TMB se sentaría por primera vez en la mesa de negociaciones. Sin embargo, pese a que la institución participó, la sensación de los vecinos es que no lo hizo con la intención de proponer alternativas. “Si ya han tomado la decisión de eliminar la línea, que nos lo digan, estamos hartos de que jueguen con nosotros”, denuncia Encarna Meca, vecina del barrio.

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ALTERNATIVAS INSUFICIENTES

Desde la Asociación de Vecinos Congrés-Indians reivindican que las alternativas presentadas en esta última mesa no cubrirían las necesidades que esta dejaría. Pese a que se descartó la hipótesis de que la línea 47 cubriera el trayecto -la que parecía la opción más plausible y a la que se oponía la plataforma-, las nuevas alternativas tampoco responden a sus peticiones.

Entre ellas, la posible implantación de un 'bus-barri' que pasaría con una frecuencia mucho menor que la actual o el desvío del trayecto de la línea 27, que aunque pararía en los puntos más demandados -el CAP Maragall y el Hospital de Sant Pau- tampoco llegaría al centro de la ciudad. Además, el colectivo insiste en que ya se recortó el trayecto del autobús 20, que anteriormente llegaba hasta Sant Antoni, sin el consenso de los afectados por la medida. 



 

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