Los vigilantes de Eulen se reunían en asamblea este lunes para, supuestamente, poner fin a los paros parciales en el aeropuerto de El Prat. Pero lejos de zanjar el conflicto laboral, los trabajadores han decidido no bajar la guardia. Desconovocan la huelga parcial prevista a partir de este viernes, sí, pero convocan una nueva a partir del próximo 6 de octubre. Es decir, aplazan a dentro de un mes la presión en los controles de seguridad.

En esta ocasión, los trabajadores de Eulen convocan nuevos paros porque aseguran que la dirección no cumple con algunos puntos del laudo obligatorio. En concreto, con los que permiten garantizar que los trabajadores puedan tener pausas para comer o para ir al lavabo durante su jornada laboral.

El árbitro Marcos Peña comunicó el pasado jueves que la empresa pagaría un extra salarial de 200 euros mensuales (menos de los que pedían los empleados) y readmitiría a los dos vigilantes despedidos durante los paros parciales de julio, entre otras cosas. Pero los empleados, que han llevado ante el Tribunal Supremo la decisión por considerarla inconstitucional, teme que siga incumpliendo los mínimos establecidos, por lo que se acogen a una nueva huelga como única vía para presionar a la dirección.

DE LAS COLAS DE EL PRAT A MONCLOA

El asesor del comité de huelga, Juan Carlos Giménez, asegura que el día a día de los trabajadores es peor ahora que cuando empezó el conflicto laboral en las colas de control de El Prat. Un conflicto que se intentó solucionar sin éxito en los despachos del departamento de Treball de la Generalitat y que acabó en Moncloa, en un Consejo de Ministros extraordinario que fijó el laudo de obligado cumplimiento.

"Queremos que se cumpla aquello que no queremos, pero que es a lo único a lo que nos podemos acoger y no se está cumpliendo", ha asegurado el Giménez en declaraciones a los medios tras la asamblea. Un “no queremos” que se refiere a las dos votaciones en las que rechazaron los 200 euros extra mensuales al considerarlos insuficientes pero que ha sido la propuesta final del árbitro, siguiendo los pasos de la Generalitat.

RESPETO DE LAS CONDICIONES EN UN FUTURO

Giménez ha confiado en que este mes sirva para llegar a un acuerdo con la empresa y ha reclamado que Aena vuelva a sentarse en la mesa para que adquiera el compromiso de respetar las mejoras que incluye el convenio en futuras licitaciones.

En la asamblea, también se ha dejado claro que los vigilantes no están de acuerdo con el laudo arbitral, aunque estén dispuestos a defender su obligado cumplimiento. Así, los 115 empleados, de un total de 350 vigilantes, que han acudido a votar se han opuesto a la resolución de Peña. "El rechazo ha sido unánime porque el laudo arbitral empeora las condiciones de la propuesta que habían acordado anteriormente Aena, Eulen y la Generalitat".

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