Los automovilistas que circulan por Barcelona no se lo piensan dos veces a la hora de dejar el coche mal aparcado. Según un informe sobre hábitos de conducción en la ciudad, casi dos de cada tres chóferes (exactamente el 61,5%) aparca su vehículo sin ningún tipo de rubor en plazas en las que está expresamente prohibido. Por edades, los jóvenes de 18 a 30 años son los más dados a cometer infracciones a la hora de estacionar el coche.
El informe destaca que mas de la mitad de los infractores (56%) es un asiduo de los aparcamientos en las zonas de carga y descarga durante la franja en la que todavía están vigente. Generalmente, este tipo de aparcamiento es el que se utiliza de forma más efímera (para periodos muy cortos) porque también es el más perseguido por las libretas de multas de la Guardia Urbana y, sobre todo, por la grúa.
Le siguen a cierta distancia los aparcamientos en doble fila (28,8%), los aparcamientos frente a vados permanentes de acceso a garajes privados (19,9%) y en último lugar (el 7,3%) en plazas reservadas con personas con movilidad reducida. Los aparcamientos para minusválidos se respetan más porque la señal que las anuncia incorpora la matrícula del único vehículo autorizado a utilizarlo, y eso intimida.
SIN DIFERENCIAS ENTRE HOMBRES Y MUJERES
El informe constata que “no hay diferencias significativas entre hombres y mujeres a la hora de cometer estas infracciones”, pero que sí existen algunos matices en función de la edad del conductor. Así los jóvenes de 18 a 30 años son más dados a dejar el coche en las zonas de carga y descarga y en doble fila mientras que los conductores de entre 45 y 55 años prefieren ocupar de forma incorrecta las plazas reservadas a personas con discapacidad.
En lo que claramente coinciden casi todos los encuestados (exactamente el 98%) es en que cuesta mucho encontrar aparcamientos libres en Barcelona (fuera de las zonas azules y los párkings de pago). También la práctica totalidad de los chóferes (el 80%) reconocen que les resulta “muy estresante” dar vueltas y más vueltas buscando un hueco en el que dejar el coche en las zonas céntricas de la ciudad.
LOS MADRUGADORES APARCAN ANTES
Esta segunda lectura de los datos recogidos por la encuesta apunta a que los que más madrugan y los que más despreocupados se muestran son los que antes consiguen encontrar una plaza libre, ya que en un 59,5% de los casos encuentran un hueco cerca de su lugar de destino. No obstante, los que encuentran aparcamiento más rápido (solo necesitan un promedio de 18 minutos) no son ellos sino los conductores que utilizan aplicaciones en sus móviles para detectar aparcamientos libres o para gestionar de antemano el tícket de la zona azul. Pese a ser más previsores que la media, los conductores de este grupo considera la experiencia de aparcar en el centro de la ciudad como “cara, difícil y estresante”.
Pero la mayoría de los conductores siguen un patrón casi idéntico y tienen que competir por las mismas plazas de párking: salen tarde de casa y eso les obliga a aparcar lejos de su lugar de destino porque no pueden perder mucho tiempo dando vueltas y optan por lo seguro. El 94,9% de los miembros de este grupo está convencido de que en Barcelona hay muy pocas plazas de aparcamiento.
Por contra, el grupo minoritario (el 12,7%) lo conforman los más que piensan que los aparcamientos de pago son demasiado caros y por eso casi siempre se arriesgan a no sacar el tíquet del parquímetro. Sin embargo no son los únicos que consideran que los párkings de pago de Barcelona son muy caros, porque el 96,3% de los encuestados comparte esta opinión.