Barcelona se mueve más en bicicleta que Madrid

Según un estudio, a todos los ciudadanos españoles -o sea, personas que habitan en una ciudad- nos gustaría ir en bicicleta, incluso a trabajar, como todo holandés que se precie; que consultamos cada vez más los mapas y los servicios informativos, y, también, que aumenta la contratación de servicios de movilidad digitales. En concreto, el negocio digital de la bici representa ya el 12% del mercado, que encabeza el taxi (22%), con el coche tercero (7%) y la moto (9%) en cuarto lugar.

En esta primera edición del estudio MobilityISDIgital realizado por ISDI, escuela de negocios barcelonesa líder en formación digital, el análisis se centra en mostrar de qué manera se utiliza el transporte y cómo el uso de los nuevos servicios digitales está cambiando la forma de desplazarnos utilizando una buena comparativa: Barcelona y Madrid.

El resultado más concluyente es que el uso de la bicicleta en Madrid se ha reducido en el tiempo, perdiendo frecuencia de uso a pesar de los esfuerzos del consistorio de la ciudad por priorizar y fomentar su utilización. Por contra, en Barcelona va a más.

El hábito de trasporte sobre dos ruedas sin motor es mayor en la Ciudad Condal que en la del Oso y el Madroño. En Barcelona, la bici es utilizada por el 38% de los ciudadanos (con un 0,93 de media semanal), mientras que en la capital de España lo hace un 34% (y sólo 0,45 de media).

Otro dato interesante es el relativo a la frecuencia de uso en relación al año anterior. Aquí, la estadística dice que el incremento del uso de la bicicleta en Barcelona se reparte asÍ: 25%, con mayor frecuencia; 60%, con la misma frecuencia; 29% con menor frecuencia. En Madrid, el ratio (16%, 58% y 26% por ciento, respectivamente, denota que está más estancada.

DOS CIUDADES, DOS CONCEPTOS

Más datos relativos al estudio comparativo entre las dos grandes capitales españolas, bicicleta de por medio, es que el barcelonés tarda menos en ir y venir (trabajo/casa) que el madrileño utilizándola. En BCN, el promedio es de 29,2 minutos para ir y de 28,6 minutos para volver; en Madrid, el tiempo empleado es de 34 y 31 minutos, respectivamente.

Con todo, lo más paradójico de todo es que el transporte más deseado (el que más le gustaría utilizar si pudiesen) por el ciudadano madrileño es precisamente la bici (un 32%), mientras que en Barcelona se queda en el 30%. Es decir, que el madrileño medio está frustrado: quiere y no puede. Le pasa igual que con la moto, y es muy probable que todo haya que achacarlo al factor climatológico.

A partir de aquí, y volviendo al estudio sobre movilidad al completo, y no solo centrado en la bicicleta, digamos que hay diferencias interesantes entre ambas urbes, porque en Madrid metro y autobús son el segundo y tercer medio de transporte más 'aspiracional' (más deseable), mientras que en Barcelona esos puestos los ocupan el coche y la moto.