El transporte en las grandes ciudades se dirige cada vez más hacia la movilidad compartida. Las nuevas tecnologías digitales están permitiendo la utilización de distintas posibilidades para desplazarse, al margen de las habituales. Hacerlo en transporte público, taxi, moto o bicicleta ya no es solo una cuestión personal y privada (el vehículo es de tu propiedad), sino que tiende a compartirse para racionalizar y mejorar el movimiento.

Esta tendencia se está viendo afectada por la penetración de los servicios digitales en este sector. Así lo muestra el estudio MobilityISDIgital realizado por ISDI, escuela de negocios barcelonesa líder en formación digital.

El estudio, centrado en Barcelona y Madrid, muestra el contraste en el tipo de rutinas y hábitos que se mantienen en cada una de las ciudades en referencia a los medios de transporte, y cómo estas se ven afectadas por el uso de las herramientas digitales.

La penetración de los servicios digitales está cambiando también la forma de viajar a diario. El 86% de los usuarios de transporte de Barcelona y el 88% de los de Madrid utilizan algún servicio digital de consulta de información o contratación de servicios. Además, los consumidores contratan a través de las apps bastante más que mediante la web, y esta tendencia se mantiene con uso creciente.

Las aplicaciones móviles o webs de servicios públicos y sus funciones de GPS ofrecen una actualización constante del estado del tráfico y de los diferentes transportes. Esto permite a los usuarios poder decidir qué medio les es más conveniente en cada caso y buscar alternativas. Esta facilidad aporta comodidad y adaptación a la situación de cada individuo, requisitos muy valorados entre los usuarios de las grandes ciudades.

Para dar solución a estos requisitos han surgido,por ejemplo, servicios como Chipi, una app que compara servicios de transporte. “En Chipi los usuarios comparan entre todos los proveedores de la ciudad y eligen fundamentalmente en función del tiempo y el precio del servicio”, explica Emilio Mellado Co-founder & CEO en Chipiapp.com.

COCHE Y MOTO, COMPARTIDOS

Uno de los datos que contrasta más del estudio se refiere al uso del automóvil, pues en Barcelona el porcentaje es mucho más bajo que en Madrid. Tan solo un 13% de usuarios escogen este tipo de transporte para moverse cada día, mientras que en Madrid un 29% lo prefiere antes que otros medios.

En cambio, en el caso de la moto, sucede lo contrario: en Barcelona la utilizan un 14% de usuarios diariamente, mientras que en Madrid solo lo hace el 5%.

Todos los participantes en el coloquio ISDI sobre movilidad / MIKI



“Con los servicios de carsharing (vehículo compartido), la ciudad gana: se reduce el volumen de vehículos aparcados en la calle, se reduce la contaminación, y los ciudadanos tienen todas las opciones a su disposición según el momento de uso”, explica Jaume Suñol, Country Manager de España en Drivy. “Nuestro modelo de 'carsharing' pasa por ofrecer coches de manera flexible y rápida dentro de la ciudad. En Madrid y Barcelona estos dos últimos meses están creciendo las reservas más de un 150% respecto al año anterior”.

“Nuestro mayor foco en cuanto a clientes potenciales se encuentra en el extrarradio de las ciudades, ya que es aquí dónde residen los usuarios que utilizan su vehículo a diario para desplazarse a sus puestos de trabajo en la ciudad y, al no existir servicios de movilidad/car-sharing, optan por adquirir un coche en propiedad o renting”, comenta, por su parte, Santiago Vernetta, COO y Co-founder de Carnovo.

Es por este motivo que incluso fabricantes de autos como SEAT ya están apostando por mejorar la movilidad de las ciudades con nuevas soluciones innovadoras, fáciles e inteligentes.Si bien el coche de uso privado sigue siendo la primera opción para los desplazamientos, las previsiones muestran una clara tendencia al alza de los servicios de movilidad compartida”, asegura Fabian Simmer, Digital Officer de SEAT.

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