Ya conocen el dicho: nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. La histórica huelga de los taxistas en la Gran Via de les Corts Catalanes para conseguir regular la ratio de una licencia VTC por cada 30 de taxis ha marcado un precedente. Nadie se esperaba que se alargaría tanto ni nadie esperaba que pudiera causar tanto daño. Los primeros en advertir de las consecuencias fueron los comerciantes, más adelante lo hizo el sector hotelero. Este miércoles lo han notificado los restauradores y las discotecas.
A través de un comunicado, locales de Barcelona asociados a la Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm) han confirmado las sospechas: desde que empezó la huelga del taxi han registrado un descenso de clientes de entre el 20 % y el 35 % en función de la zona.
DAÑO IRREPARABLE
El presidente de Fecasarm Barcelona, Salva Vilanova, ha exigido poner fin al conflicto que necesita “soluciones urgentes” ya que está provocando "un daño irreparable al sector del turismo". En palabras del presidente del sector, "en temporada alta, tal y como están las cosas, no podemos permitirnos el lujo de perder ni un solo cliente".
En este sentido ha desvelado que las partes de la ciudad más perjudicadas son el paseo Marítim y la zona alta, mientras que las menos afectadas son las cercanas a estaciones de Metro. Consecuentemente, si la situación persiste, centenares de puestos de trabajo se pondrán en riego, según ha comentado.
UNA LENTA RECUPERACIÓN
Por su parte, el secretario general de Fecasarm y Spain Nightlife, Joaquim Boadas, ha avisado de que los locales no se pueden permitir esta bajada de clientes, y más cuando tienen contratado todo el personal para temporada alta: "Si el conflicto persiste, locales van a verse obligados a recortar plantilla y va a desembocar en un aumento de paro".
"Cuando se ponga fin al conflicto, la situación no se va a volver a estabilizar hasta pasadas unas semanas, por lo que es necesario que se resuelva urgentemente, o se puede perder toda la temporada", ha advertido Boadas. El sector del taxi ocupa un papel relevante en el ocio nocturno. La asamblea de esta noche decidirá si la huelga sigue o se desconvoca. Aunque, por ahora, la afirmación está clara: no taxi, no party.