La Guàrdia Urbana apuesta porque la velocidad máxima en la ciudad de Barcelona se reduzca hasta los 30 km/h en la mayoría de las vías. Tan solo se podría circular a una velocidad máxima de 50 km/h en aquellas vías que sean suficientemente anchas y se consideren arterías básicas para permitir la fluidez del tráfico.
Esta ha sido la petición de jefe de la unidad de investigación y prevención de accidentes del cuerpo de la policía municipal, Manuel Haro, que considera que tan solo el 20 % de las calles de la ciudad son adecuadas para que la velocidad máxima sea de 50 km/h.
Y aunque el mando de la Guàrdia Urbana asegura que no ha visto a ningún responsable municipal que se haya negado adoptar medidas que favorezca la disminución de los accidentes de tráfico, desde el Ayuntamiento se considera que antes de adoptar este tipo demedias hay que estudiarlas muy a fondo.
Ha sido la teniente de alcalde responsable de la movilidad, Janet Sanz, la que ha afirmado que actualmente Barcelona ya cuenta con la mitad de sus calles con el límite de velocidad establecido en los 30 km/h, por lo que aumentar ese porcentaje merece un amplio estudio antes de adoptar una decisión definitiva.
REDUCIR ACCIDENTES
La propuesta de la Guàrdia Urbana coincide con la celebración del Forum Barcelona de Seguretat Viaria, en la que responsables de tránsito y expertos analizan las causas y las posibles soluciones a los problemas de tráfico y a los accidentes que ocurren en las vías urbanas.
El número de muertos en la ciudad de Barcelona en accidentes de tráfico en lo que se lleva de año ha sido de 17, de los que 6 han sido peatones. Teniendo en cuenta que a 50 km/h un coche recorre, antes de detenerse totalmente, 28 metros y que a 30 km/h esa distancia se reduce a 11 metros, la Guàrdia Urbana considera que esa reducción de velocidad ayudaría a salvar muchas vidas.