La T-10, el título del transporte público más utilizado por los barceloneses, no subirá de precio este 2019. Fuentes del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) han confirmado a Metrópoli Abierta que este año que el precio del transporte público se congelará. El acuerdo alcanzado por la Generalitat, el Ayuntamiento de Barelona y la AMB es político, reconocen las fuentes. En mayo, hay elecciones municipales y ninguna administración quería cargar con un aumento de precios pese a que la medida hará aumentar todavía más el déficit del transporte público.
La decisión supondrá un aumento de la deuda del transporte público en el área metropolitana en unos 26 millones. A este déficit habrá que añadir otros 17 millones más de endeudamiento por el abaratamiento del metro, bus y tranvía para 18 municipios de la segunda corona metropolitana. Así, desde el 1 de enero, la T-10 costará en la primera y segunda corona del área metropolitana lo mismo que ahora: 10,20 euros.
18 MUNICIPIOS, UN PRECIO MÁS BARATO
El precio se mantiene en las ciudades de la primera corona, como Barcelona, Hospitalet de Llobregat o Cornellà, y baja notablemente en 18 municipios de la segunda corona, en localidades como Badia del Vallès, Barberà del Vallès, Begues, Castellbisbal, Cerdanyola del Vallès, Cervelló, Corbera del Llobregat, Molins de Rei, Pallejà, La Palma de Cervelló, el Papiol, Ripollet, Sant Andreu de la Barca, Sant Climent de Llobregat, Sant Cugat del Vallès, Sant Vicenç dels Horts, Santa Coloma de Cervelló y Torrelles de Llobregat.
La medida, junto a la congelación del resto de los títulos de transporte, se debe ratificar este jueves a mediodía en una reunión del consejo de administración de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), un consorcio del que forman parte la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y el Área Metropolitana de Barcelona, aunque la decisión final corresponde la Generalitat de Catalunya, que tiene el 51% de las participaciones de la ATM. Las tarifas al detalle se conocerán hacia las 14.00 horas.
40 MILLONES ESTATALES
A lo largo de las últimas semanas, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el vicepresidente del Área Metropolitana de Barcelona, Antoni Poveda, han presionado a la Generalitat para congelar los precios tras un aumento medio el año pasado que situó el precio de la T-10 por encima de los 10 euros. Finalmente, se ha alcanzado un acuerdo político, según las fuentes de la AMB consultadas. Colau había amenazado con votar en contra ante un previsible aumento de las tarifas. Muy probablemente, este acuerdo obligará al partido de Colau a apoyar los presupuestos de la Generalitat para el próximo año.
El transporte metropolitano de Barcelona está pendiente de una inyección económica de unos 40 millones. Los presupuestos generales del Estado para 2019 así lo prevén. Pero para que este dinero llegue a las arcas de las administraciones catalanas, Pedro Sánchez deberá aprobar las cuentas, algo que ahora mismo no está garantizado. Si finalmente los 40 millones no llegan, deberá ser la Generalitat quien haga frente al aumento de la deuda del transporte público.