Por los pelos. Por muy pocos votos, los taxistas han decidido, a las 01:30 de la madrugada de este jueves, abandonar la huelga que durante seis días les ha llevado a tomar la Gran Via y, por tanto, aceptar la petición de la Generalitat en su 'guerra' con los VTC.
Un ajustadísimo 'sí' a la propuesta provocará que, a partir de las 6 horas de la mañana, saquen sus coches de la emblemática vía y Barcelona, liberada, pueda, por fin, recuperar su habitual rutina circulatoria.
Al final han votado 4.774 taxistas sobre un censo de 14.000 (entre propietarios de licencia y asalariados), que a lo largo del miércoles han pasado por las seis urnas de cartón instaladas en la plaza de Catalunya. El escrutinio se ha realizado de madrugada y ha sido ajustadísimo: 2.508 votos a favor de abandonar la huelga y las calles y 2.177 en contra. O sea, un 52% contra un 48%, aproximadamente.
Al término del recuento, muchos de ellos ya se han dirigido a Gran Via para empezar a retirar los coches que la tenían colapsada y, así, todo vuelva a la normalidad.
COLAU YA LO DECÍA
Unas horas antes, en el Col·legi de Periodistas, la alcaldesa Ada Colau ya había dado por bueno el texto, que el Govern de la Generalitat aprobará el próximo martes. Proclive a las tesis de los taxistas, Colau había intuido lo que iba a pasar... aunque, al final, el margen ha sido minimo en la votación.
El documento de la Generalitat tiene su truco, ya que en realidad sólo asegura un margen de 15 minutos para que pueda contratarse un vehículo VTC (Cabify y Uber operan en Barcelona). Pero la cosa es que permite que, luego, cada ayuntamiento decida si amplía ese margen. En el caso de Barcelona, quien decide es el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Como éste lo preside Colau y la alcaldesa ha prometido que les dará una hora a los taxistas en lugar de los 15 minutos, al final se ha impuesto la tesis de quienes confian en que la alcaldesa cumpla su palabra.
No obstante, un buen grupo de ellos se ha marchado avisando: "Si nos acaban tomando el pelo, volveremos a las calles".
SENTIDO COMÚN
“La propuesta es buena y de sentido común”, había dicho Colau. La alcaldesa, que ha jugado un papel más importante de lo que parece en todo este asunto, había celebrado que la Generalitat avalase que el AMB desarrolle su propio reglamento de regulación del transporte de pasajeros en vehículos de nueve plazas. En su conferencia, había recordado que la intención es que el pleno de este ente supramunicipal apruebe el documento en el pleno consistorial del mes de marzo.
Según Colau, el decreto ley impulsado por la Conselleria de Territori da “cobertura legal” a la normativa en la que ya están trabajando y que contemplaría la precontratación de 60 minutos para los VTC.
Si esto es así, lo que parece claro es que tanto Uber como Cabify acabarán cumpliendo su amenaza de abandonar Barcelona, una ciudad que ya no podrá contratar un taxi que no sea de color amarillo...