Dos de las principales estaciones de la red de Metro de Barcelona están contaminadas con amianto. Las paredes de los pasillos que unen las líneas 1, roja, y 3, verde, en la estación de plaza Catalunya, y los que unen las líneas 3, verde, y 4, amarilla, contienen este peligroso elemento.
Las pruebas que han efectuado los técnico de TMB han descubierto que en estos pasillos se usaron elementos que contienen amianto y que todavía permanecen instalados. Aunque el descubrimiento se llevo a cabo hace algún tiempo, la presencia del material no ha trascendido hasta ahora, pese a que se trata de dos de las estaciones por las que más personas transitan a lo largo del día.
REVESTIMIENTO
Según ha reconocido la propia TMB, el amianto se ha detectado, en el caso de la plaza Catalunya, en el antiguo revestimiento que cubre las paredes de las zonas de enlace entre las líneas de metro, que en la actualidad se encuentran tras unas placas que se colocaron en su día para tapar las viejas paredes. En el caso del paseo de Gràcia, el amianto ha sido localizado en unos conductos de fibrocemento que se encuentra en el sobretecho. Un caso similar se produjo en la estación de La Verneda, que fueron encapsuladas a la espera de ser retiradas de forma definitiva.
AVISOS
Los responsables de TMB han decidido colocar una serie de avisos en los pasillos en los que han detectado la presencia de amianto para intentar evitar que se produzca algún incidente.
Sin embargo, desde fuentes sindicales se ha criticado esta medida ya que se considera que ante el peligro que supone la presencia del amianto se debería de proceder a su retirada inmediata, con todas las medidas de seguridad necesarias tanto para los trabajadores como para los usuarios de la instalación.
Aunque desde la empresa se asegura que no existe ningún tipo de peligro, la sola presencia del amianto y la posibilidad que el material se haya deteriorado por el paso del tiempo, pudiendo incluso haberse desprendido fibras del material, hace aconsejable, según los expertos, que el amianto sea retirado cuanto antes.
Además, la propia TMB afirma que los carteles avisado de la presencia de amianto no van dirigidos a los usuarios del Metro, sino al personal de mantenimiento o a los eventuales trabajadores técnicos que puedan acceder para llevar a cabo alguna perforación del revestimiento.
La presencia de amianto tanto en los trenes como en la infraestructura provocòen su día que la empresa tuviefa que reaccionar y someter a sus trabajadores a las revisiones médicas necesarias para detectar alguna de las enfermedades causadas por el amianto. Por el momento, se ha localizado a 12 trajadores afectados por la inspiración de amianto.