Un grupo de expertos supervisará la recogida de más de 200 controles de aire y materiales sólidos para garantizar que no contengan fibras de amianto perjudiciales para la salud.
Las muestras se recogerán en 31 estaciones, tres intercambiadores y 21 puntos de los túneles del metro. Las 138 que tendrán carácter ambiental se recogerán de las líneas 1 a la 5 del metro y de la línea 11, así como en las estaciones de paseo de Gràcia, Catalunya y Sants-Estació y en los túneles. Respecto a las 70 pruebas en materiales sólidos, 42 serán de polvo en los túneles de estas mismas líneas.
MICROSCOPIA ELECTRÓNICA
Tal y como han demandado los sindicatos, las muestras se tomarán con la técnica de la microscopía electrónica, un sistema de gran precisión. Posteriormente, éstas se enviarán a laboratorios de Francia para ser analizadas.
EN ACTIVO Y JUBILADOS
Hasta 1.064 trabajadores en activo de la compañía han sido citados a una visita médica para sopesar si han estado expuestos al amianto y si se deben integrar en un programa de vigilancia de salud específico ya que, según TMB, 22 empleados cuentan con afectaciones pleurales características de haber estado expuestos al amianto.
De la misma manera, 329 trabajadores jubilados de la compañía también pasarán estas pruebas médicas para conocer si han estado afectados por las fibras de este mineral.
TMB ha propuesto crear un consejo científico en salud laboral e higiene ambiental para que asesore en los trabajos de desamiantaje del metro, compuesto por los expertos que propongan los sindicatos con la finalidad de solucionar este conflicto.