Una mujer en silla de ruedas frente a un convoy de metro en funcionamiento

Una mujer en silla de ruedas frente a un convoy de metro en funcionamiento

Movilidad

Acusan a TMB de no tener en cuenta a los discapacitados

El grupo cooperativo TEB denuncia que la empresa no les facilita la movilidad en las rutas alternativas por las obras de la L1

1 julio, 2019 12:30

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Una asignatura pendiente más para Transports Metropolitans de Barcelona. La empresa pública ha sido acusada por el grupo cooperativo TEB de no tener en cuenta a los discapacitados intelectuales en las rutas alternativas por las obras de la línea L1 del metro, que cortan el servicio entre las estaciones de Clot y Fondo durante dos meses en verano.

La entidad ha reclamado al Ayuntamiento de la ciudad que fuerce a TMB para que ponga buses lanzadera que hagan el mismo recorrido que la línea de metro, porqué las alternativas planteadas por la compañía implican andar cerca de un quilómetro: "Lo que antes hacían para venir a los centros de trabajo en 10 minutos, ahora les lleva 45", ha asegurado a Metrópoli Abierta Susana Garriga, coordinadora del equipo de atención a las persones con discapacidad intelectual. 

OBRAS DURANTE DOS MESES

Además, el grupo cooperativo también ha denunciado la dificultad de comprensión de las indicaciones que se han ido repartiendo a las personas con discapacidad. En un comunicado, la entidad avisa que esta situación afecta los trabajos y las rutinas diarias de más de 400 personas con discapacidad y hará que algunas no puedan usar sus servicios: "Las explicaciones de TMB no son cognitivas para las personas con discapacidad intelectual", "para acceder a nuestros centros existen muchas dificultades, nuestros trabajadores han de coger dos o tres transportes públicos diferentes", argumenta Garriga. 

La línea 1 del metro estará cortada durante dos meses por obras, desde el sábado, 29 de junio, hasta el 30 de agosto. La clausura afectará a 10 estaciones de la L1, entre Clot y Fondo, donde el servicio quedará interrumpido. El motivo del cierre de casi la mitad de la línea es para modernizar más de nueve kilómetros de instalaciones. Se pondrá al día el túnel que circula por debajo de la Meridiana y su continuación por el barrio de Sant Andreu, puestos en marcha, en ambos casos, hace más de medio siglo. El coste de la reforma se disparará hasta los 20 millones de euros. Los trabajos más importantes consistirán en renovar el líneal de vía, que ahora se montará sobre placas de hormigón.