La Autoritat del Transport Metropolità (ATM) tiene en marcha más de 100 litigios por falsificación, estafa y utilización de títulos de transporte falsos. Así lo asegura el responsable de la asesoría jurídica del citado consorcio interadministrativo, Jaume Garcia. El abogado dice que estos delitos se “persiguen hasta el final” y que lo principal es “identificar y sancionar a los grandes falsificadores”.
Según García, en la actualidad la ATM tiene en marcha tres macrojuicios importantes, con indemnizaciones de tres millones, 1,5 millones y un millón, respectivamente. Sin embargo, el letrado reconoce que estos fraudes tan elevados difícilmente se cobran “porque los culpables suelen declararse insolventes”. Estos grupos de delincuentes suelen ser grupos que tienen otras actividades ilícitas y las instrucciones son largas y complejas. Uno de los delitos detectado por la ATM es el robo de bobinas originales que expanden unos 2.000 billetes.
MENOS INGRESOS
La ATM es un consorcio interadministrativo, formado por la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona y la Asociación de Municipios por la Movilidad y el Transporte Urbano, que gestiona el sistema tarifario integrado de transporte en el área de Barcelona. Garcia subraya que cuando se comete fraude se “daña al sistema, porque se dejan de tener unos ingresos”. En el caso de las falsificaciones, además, la ATM tiene que “compensar a los operadores por los viajes validados y no vendidos”, comenta el letrado en una entrevista publicada en la misma página web de la ATM.
Garcia distingue varios tipos de fraude. El más habitual es el “fraude de utilización” que consiste, por ejemplo, en colarse o utilizar un título de manera irregular, como cuando un adulto usa para viajar la T-16 de un menor. Otro tipo de fraude es el “fraude de zonas”. Éste también es muy recurrente y se basa en recorrer varias zonas con una tarjeta de una zona más barata. El abogado dice que es muy difícil "detallar una cifra aproximada de lo que supone el fraude para el sistema".
SANCIONES DE HASTA 600 EUROS
Las personas que son interceptadas por los interventores tienen que abonar una “tarifa especial”. Garcia precisa que no se trata de una sanción sino de lo que es conocido como “percepción mínima”. El coste es de 100 euros, pero si se paga antes de 48 horas hay una reducción del 50%. Si no se paga en el plazo de un mes, se inicia el proceso sancionador, que puede llegar a los 600 euros.
Cuando se produce la manipulación de un título de transporte ya se está cometiendo un delito. “Cuando manipulas un billete o un abono se está cometiendo la falsificación de un documento mercantil, un delito tipificado en el Código Penal que puede comportar penas de hasta tres años y multas muy elevadas”, afirma Garcia. "Los juzgados acabaron determinando que falsificar títulos de transporte es similar a una falsificación de la Fábrica de la Moneda y Timbre”.
TÍTULOS FALSOS
Para la ATM, el usuario que viaja utilizando un título de transporte sabiendo que es falso “no solo comete estafa, sino también una falsificación en delito de uso. Es una colaboración con el falsificador”. Existen diversas formas de descubrir si el viajero sabe que se trata de un título falso, entre ellas si no se ha comprado en un punto oficial de venta, si la T-10 tiene viajes ilimitados o si la persona dispone de una gran cantidad de tarjetas falsificadas.
Además de los litigios abiertos, las administraciones también han planteado al Congreso de los Diputados una reforma del Código Penal para que las conductas reincidentes de personas que llevan un título de transporte falsificado "suponga el cumplimiento de la pena". De esta manera, los infractores se lo repensarán antes de cometer un nuevo delito. La ATM también actúa contra aquellos que a través de Internet hacen tutoriales o vídeos sobre cómo falsificar un título de transporte. "Están incentivando la comisión de delitos", aunque Garcia reconoce que castigar este tipo de actos no suele ser fácil.