El Ayuntamiento de Barcelona ha rectificado. Metrópoli Abierta alertó hace unas semanas de que el consistorio tenía la intención de hacer andar a los peatones por la calzada al lado de un carril bus sin ningún tipo de protección. La chapuza levantó ampollas. Incluso la empresa Transports Metropolitans de Barcelona se plantó y se negó a hacer pasar los buses por Via Laietana, la calle donde estaba prevista la polémica reforma.

Según ha podido comprobar este medio, el consistorio está instalando pivotes que separarán el carril peatonal en calzada y el carril bus de Via Laietana. El plan forma parte de la pacificación de calles que el Ayuntamiento de Barcelona lleva a cabo para reducir espacio al coche y garantizar unos mejores y seguros desplazamientos de peatones y ciclistas durante la desescalada de la pandemia.

La zona peatonal en Via Laietana / JORDI SUBIRANA



La teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz, se ha cansado de repetir que se están ampliando aceras en numerosas calles de la ciudad. Lo cierto es que, en la mayoría de casos, únicamente se está pintando una zona peatonal de color amarillo en plena calzada.

En el caso de Via Laietana, el carril peatonal se está habilitando junto a la acera de bajada y de subida, al lado del carril bus, que también funcionará en ambos sentidos de la circulación. Este viernes, los operarios trabajaban para que la obra pueda estar finalizada muy pronto.  

Los dos carriles de Via Laietana, sin protección en el proyecto inicial / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA



GRANDES RETROVISORES

Como se puede ver en la imagen interior que acompaña esta información, en un principio el proyecto municipal no contemplaba ningún tipo de protección entre la zona peatonal y el carril bus. El mismo día que este medio se interesó por los planes, el Ayuntamiento ya anunció la intención de poner pivotes. La polvoreda que la idea había levantado en el área de Movilidad y en TMB era de órdago.

Desde el sindicato CGT de la empresa TMB se advierte de otro posible problema y son los posibles golpes que pueden ocasionar los grandes retrovisores de los buses, situados a 1,80 metros del suelo y que sobresalen unos 30 centímetros de ancho, según el modelo del vehículo. “Una persona de esa altura o más podría sufrir algún accidente”, indican desde el sindicato.

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