Barcelona no solo se lo pone cada vez más difícil al coche en superficie, sino también en subterráneo. La entrada en vigor definitiva de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) el próximo 15 de septiembre obligará a mantener estacionados aquellos vehículos que no cumplan con la más que polémica normativa del AMB de Colau, por lo menos durante los días laborables y durante la mayor parte de la jornada.
Si a esta normativa se suma el exterminio del aparcamiento gratuito en superficie que está llevando a cabo el gobierno municipal desde que los comunes se hicieron con la alcaldía y el errático intento de esconderlo tras una área verde abusiva, muchos conductores se verán abocados al alquiler o compra de plaza en un parking.
Más allá del coste adicional que esto supondrá para los vecinos de la capital catalana, éstos se encontrarán con una traba añadida: el reducido tamaño de los estacionamientos.
MÁS PEQUEÑOS DE EUROPA
Según un estudio realizado por el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), Barcelona cuenta con las plazas más estrechas estrechas de Europa, un hecho permitido por la normativa urbanística de la capital catalana, que obliga a un tamaño de plazas de 2,20 metros de ancho por 4,50 de largo, medidas inferiores a los estándares europeos.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) suscribió el análisis del RACC al afirmar que "Barcelona destaca por el gran número de plazas canijas, especialmente en parkings municipales".
'PLAZAS TOTALMENTE SUPERADAS'
El barcelonés Ramon Llopart, vicepresidente de la Asociación Española de Aparcamientos y Garajes (ASESGA), asegura que "la mayoría de aparcamientos son de hace años", por lo que las "plazas han quedado totalmente superadas" en cuanto a tamaño se refiere. En este sentido, explica que una gran parte de los estacionamientos cuentan con medidas de entre "2,20 y 2,30" de ancho y "4,50 y 4,70" de largo.
Para cambiar esta situación, Llopart explica que la clave se encuentra en "hacer parkings sin columnas con estructuras prefabricadas de hormigón" que, además, cuenten con un pasillo central de entre "cinco y cinco metros y medio de ancho". El objetivo de este diseño, explica, es el de "poder distribuir correctamente las plazas de ahora y de cara al futuro", ya que actualmente el "80% de aparcamientos son muy justos".
Este experto en movilidad es, a su vez, arquitecto, por lo que se ha encargado del diseño de numerosos parkings tanto en la capital catalana como fuera de ella. Buen ejemplo de ello es su último trabajo, el Aparacamiento Doctor Roig i Raventós en Sarrià-Sant Gervasi, destinado al Colegio de Médicos de Barcelona. En esta instalación, se cumplen escrupulosamente las medidas recomendadas para los estacionamientos actuales, contando con algunas columnas interiores ubicadas estratégicamente para facilitar la maniobrabilidad y el ancho de los accesos. "En la parte interior del aparcamiento pusimos columnas suficientemente amplias para ubicar tres plazas de 2,40 de ancho entre ellas", indica Llopart, quien añade que se han omitido las "columnas laterales".
POR TODA LA CIUDAD
Los reducidos tamaños de los parkings se pueden localizar por todos los distritos de la ciudad. Buen ejemplo de ello es el Garaje Triadó-Bejar, en Sants-Montjuïc, en el que la maniobrabilidad es reducida debido a la presencia de numerosas columnas y abundan las plazas de 2,20 de ancho para el estacionamiento.
Esta situación también se repite en el Parking Calabria, del Eixample, donde algunos vehículos se ven obligados a aparcar en línea debido al tamaño de las plazas, mientras que otros estacionan entre columnas calculando al milímetro. Además, la presencia de pasillos estrechos provoca encuentros habituales de vehículos en los dos sentidos de la marcha pero sobre un solo carril, lo que obliga a los conductores a ceder el paso como pueden.
Uno de los garajes más frecuentados por los aficionados del Barça en los días de partido, el Parking Avenida Madrid en Les Corts, tampoco se libra de los estacionamientos limitados. Aunque cuenta con un buen acceso, algunas de sus plazas son incompatibles para vehículos tipo SUV y furgonetas pequeñas pese a la sensación de amplitud que puedan ofrecer determinados pasillos con ausencia de columnas centrales. En la siguiente imagen, la cercanía con la que se encuentran un BMW X1 (1,82 metros de ancho) y un Toyota Auris (1,76) evidencia la estrechez de las plazas.
HACIA LOS 2,5 METROS
Con un parque de vehículos cuyo ancho es superior que en décadas atrás, las recomendaciones de las asociaciones automovilistas, como el RACC, y expertos en movilidad, como Llopart, coinciden en la necesidad de realizar una transición hacia un ancho de plaza de 2,5 metros. Por el momento, este cambio parece estar estancado en la capital catalana, convirtiendo a los parkings en un quebradero de cabeza para los barceloneses.