El Ayuntamiento de Barcelona empieza a retractarse de una de las medidas más polémicas (y menos consensuadas) en materia de movilidad. O al menos lo hace el PSC, uno de los dos socios de gobierno y que ostenta, precisamente, la cartera de Movilidad. 

Este lunes, la concejal Rosa Alarcón ha manifestado su voluntad de dialogar sobre la instalación en la ciudad de reductores de velocidad -cojines berlineses- y otros elementos del mobiliario urbano. Lo ha hecho en una rueda de prensa conjunta con el presidente del RACC, Josep Mateu, que ha cuestionado la eficacia y seguridad de estos elementos, entre los que se encuentran los peligroso bloques de hormigón instalados en la calzada. 

"SI ES NECESARIO CAMBIARLOS, SE CAMBIARÁN"

Como respuesta, Alarcón no ha pronunciado un "no" rotundo. La edil ha asegurado que en octubre habrá una valoración de nuevos los elementos implantados y ha abierto la puerta a que los más deficientes puedan ser retirados: "Es evidente que los elementos que vayan en contra de la seguridad vial, si es necesario cambiarlos, se cambiarán".

La concejal ha reiterado su compromiso a dialogar, y ha señalado que mañana se reúne el Pacto por la Movilidad, donde se estudiarán las actuaciones de emergencia impulsadas por la pandemia. 

Aún así, el presidente del RACC y la edil han mostrado sus discrepancias a la hora de radiografiar las medidas impulsadas desde el consistorio barcelonés. 

DISCREPANCIAS

Para Jaume Mateu, la ubicación de los cojines berlineses es mejorable. Según él, estos elementos son para calles con velocidad limitada a 10 o 20 km/hora pero no para las de 30 km/h, en especial las de más de un carril, porque pueden dañar a los coches y a los motoristas", para las que hay que pensar en otros elementos.

Por contra, Rosa Alarcón ha defendido que si los cojines berlineses son peligrosos es porque los conductores circulan a una velocidad superior a la permitida. En este sentido, ha defendido que son una manera de rebajarla porque su presencia implica que el conductor debe reducir la velocidad y adecuarla a la de la vía.

Mateu y Alarcón también han mostrado diferencias respecto a los bloques de cemento colocados en las ampliaciones de espacio para peatones en la calzada, que el presidente del RACC ve de material y medidas "exageradas" y peligrosos para cochos y motos.

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