A partir de este 1 de septiembre, más de 550 kilómetros de autopistas de peaje que transcurren por Cataluña pasarán a ser gratuitos. A pesar de que la mayoría se espera a la media noche para cumplir con la orden, el levantamiento de algunas barreras se ha llegado a adelantar en algunos puntos, como por ejemplo en La Roca, de la AP-7. 

Este 31 de agosto ha finalizado el contrato con la actual concesionaria, Invicat. Esto significa que, a partir de esta fecha, la gestión de las vías depende exclusivamente de la Generalitat. 



Peaje de la AP-7 a la altura de Martorell (Barcelona) / GOOGLE MAPS



TRAMOS BARCELONESES

Las tres autopistas de peaje del listado total de vías de pago de las que dispone Cataluña, cuentan con tramos barceloneses. Concretamente son la C-32 norte, la C-33 y la C-31. La C-31 recorre tramos costeros que van desde El Vendrell hasta Mataró, la C-33 conecta Barcelona con la AP-7 a la altura de Parets del Vallés y la C-32 norte cubre el recorrido que va desde Barcelona hasta Lloret de Mar. 

La nueva medida beneficiará a los barceloneses, que no se verán obligados a pagar los costosos peajes que han sido obligatorios durante décadas. 

CONSERVACIÓN DE LAS CARRETERAS

 

Ante el fin de las concesiones, el Govern dio luz verde a "impulsar un nuevo contrato de conservación integral" que supondrá una inversión de 23,7 millones de euros. La cuantía se desembolsará hasta 2025, y se destinará "a la conservación ordinaria de los elementos funcionales de estas vías para garantizar la seguridad vial, unas condiciones adecuadas para la conducción y un estado óptimo de conservación de la red".

Una de las autopistas de peaje, la C-33 / WIKI



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