El primer domingo sin peajes en la mayoría de carreteras de Cataluña ha estado marcado por un gran colapso, que generó colas kilométricas y que se alargó hasta la madrugada.
En la AP-7 se registraron hasta 37 kilómetros de colas entre Barcelona y Girona –especialmente en el tramo entre La Roca del Vallès y Fogars de la Selva–. Situación similar en el tramo sur, entre Barcelona y Tarragona.
El motivo, una tormenta perfecta que generó grandes caravanas: un domingo de final de verano y de vuelta de vacaciones, accidentes (como el del Papiol, donde falleció un motorista), averías y la liberación de los peajes provocaron las fuertes congestiones.
PEAJES SIN TODAS LAS BARRERAS LEVANTADAS
Así lo han explicado a RAC1 fuentes del Servei Català de Trànsit, que han revelado también un "intercambio de opiniones" con las empresas concesionarias de los peajes, que no levantaron todas las barreras, a pesar de que ya no son de pago, y que muchos pasajeros señalaron como culpables del colapso.