El Ayuntamiento de Barcelona ha disparado su apuesta en radares. La capital catalana encargó a finales del pasado año la instalación de más de una treintena de radares que se ubicarán en diferentes puntos de la ciudad.
El próximo mes de agosto, comenzarán a multar cuatro radares que entraron en funcionamiento en la ciudad el pasado mes de mayo en fase informativa con el objetivo, según el consistorio, de "reducir la siniestralidad".
RADARES DE TRAMO
Entre los radares que comenzarán a sancionar en unas semanas se encuentran el del túnel de la Rovira, entre la plaza de Alfons el Savi y la rambla del Carmel; el túnel de Badal, entre la plaza de Cerdà y la avenida Diagonal; el túnel de les Glòries; y la Ronda Litoral, entre la Barceloneta y la carretera de Miramar.
Se trata, en todos los casos, de radares de tramo que sancionarán a los conductores en ambos sentidos de la marcha tras calcular la velocidad media a la que circula el vehículo.
Estos dispositivos saltarán cuando se sobrepase la velocidad de 60 kilómetros por hora, a excepción del túnel de Glòries, cuya velocidad máxima permitida es de 50 kilómetros por hora.