Un motorista de 40 años fue el primer muerto en accidentes de tráfico en Barcelona en 2022. El 3 de enero un conductor perdió la vida al chocar contra una furgoneta en la calle de Aragó de la ciudad. En lo que va de año, 13 de los 16 muertos en accidentes de tráfico en la capital catalana han sido motocicletas.
ACCIDENTES DE TRÁFICO MORTALES
Respecto a la cifra de heridos graves, la moto también se lleva la peor parte. De los 83 heridos de gravedad en Barcelona registrados hasta junio de 2022, 44 de ellos han sido motoristas, una cifra muy alejada de los 27 peatones, cuatro ciclistas y un conductor de VMP.
Y de los 3.617 accidentes anotados durante el primer semestre del año, en 2.449 estuvieron implicadas motocicletas y ciclomotores.
SINIESTROS GRAVES
El año pasado perdieron la vida en accidentes de tráfico en la ciudad 12 personas. Ocho de ellas iban en motocicletas, dos eran conductores de vehículos de movilidad personal y otro un conductor de autobús. También falleció un viandante. Del total de víctimas mortales, 11 fueron hombres y una mujer.
A lo largo de 2021 se produjeron 178 siniestros de tráfico graves --con víctimas mortales o lesiones graves--, un 20,5% menos que el año anterior. La cifra más baja registrada hasta ahora es del 2020, año de la pandemia.
Las mujeres representan un 40,2% del total de personas lesionadas, ya sea grave o leve y los hombres acaparan el 59,1%. La franja de edad con más incidencias en siniestralidad entre las mujeres lesionadas graves es de 25 a 34 años, que representan un 33,1% del total. Respecto a los hombres, es la misma franja con una incidencia del 66,87%.
El principal tipo de siniestros en 2021 fueron por alcance. Esta clase de choques continúa igual que en años anteriores y va en relación con la falta de atención, no respetar las distancias de seguridad y conducir a una velocidad inadecuada. La colisión lateral ocupó el segundo puesto y la tercera clase de accidentes fueron por choques fronto-laterales.
ALCOHOL
La presencia de alcohol prosigue como principal causa en la siniestralidad. En 2019, el alcohol estuvo implicado en 307 incidentes, un año más tarde en 204 accidentes y el año pasado en más de 260.
La Guardia Urbana tiene como una de sus principales funciones garantizar la seguridad vial, detectar comportamientos que puedan originar un siniestro con el objetivo de prevenirlos y reducir el número de víctimas. Las denuncias por alcoholemia en 2019 superaron las 49.000, en 2020 fueron más de 30.000 y el año pasado hubo 46.160.
FALLECIDOS EN LAS CARRETERAS
Desde 1990, cuando se produjeron 88 accidentes mortales en Barcelona, el número de decesos ha ido a la baja con algunas subidas puntuales. En 1996 la cifra descendió a 42 y en 2002 se desplomó hasta los 35 muertos en carreteras. El año siguiente los datos alcanzaron los 46 y no volvieron a bajar hasta al cabo de cuatro años. En 2008 se registraron 31 muertos, en 2013 hubo 22 fallecidos y en 2017 una docena, año con los siniestros mortales más bajos.
En 2011 y 2014, los decesos repuntaron hasta 31. Y en 2015 y 2016, las cifras se mantuvieron estables, con 27 y 28 fallecidos, respectivamente.
ZONAS DE RIESGO
Finalmente, la policía local de la ciudad estudia la coincidencia de la ubicación de los accidentes para analizar sus causas y proponer mejoras para reducir la siniestralidad. Los criterios son: 10 o más accidentes con lesionados, a una distancia de 15 metros entre ellos y durante un intervalo de 12 meses. Los choques detectados en las zonas de riesgo son 314, más del 4,49% del total anual de siniestros de tráfico con lesionados en Barcelona.
Las principales zonas de riesgo con más choques en la capital catalana son las calles de Aragó con Sicília, Aragó con Muntaner, la plaza Reina Maria Cristina, Aragó con Balmes y Aragó con Pau Claris.