La accidentalidad de los motoristas en el área de Barcelona es una preocupación para el Servei Català de Trànsit (SCT), que está dispuesto a tomar cartas en el asunto. Su presidente, Ramon Lamiel, ha explicado este jueves en el Tercer Congreso Iberoamericano del Motociclista que se está estudiando la implantación de un carril preferente para aquellos motociclistas que entran y salen de la capital catalana a diario por motivos labrales, una movilidad obligada.
El máximo dirigente de Trànsit ha relatado que la idea, que ya se llegó a sopesar con anterioridad, tomara fuerza a raíz de una prueba realizada a la salida del Gran Premio de Moto GP celebrado el pasado mes de septiembre. "Implantamos un carril preferente en sentido contrario para intentar evacuar el máximo de vehículos de Montmeló, y nos dimos cuenta de que se convirtió en un carril moto inesperado. Al inicio, el fenómeno nos causó pavor, pero cuando dejamos que fluyera el tráfico vimos que era interesante porque todas las motos se concentraban en aquel carril", ha asegurado.
Lamiel ha explicado que, para garantizar la seguridad, estos carriles deberían tener un ancho de entre "1,8 y 3,6 metros", y ha apostado por hacer uso de los "carriles bus-VAO" independientemente de su cifra de ocupantes como vía preferente para que los motoristas puedan entrar "hasta puntos determinados de Barcelona". La propuesta de Trànsit pasa por permitir la entrada por el sur de la C-31 hasta plaza Espanya y, por el norte, hasta la plaza de les Glòries. Aquellas motos que accedan por la B-23 podrían circular por el carril bus hasta Francesc Macià, mientras que quienes utilicen la Meridiana como vía de entrada podrían llegar hasta la altura del paseo de Fabra i Puig.
ACCIDENTALIDAD
El director del SCT ha destacado la necesidad de "mejorar" en materia de accidentalidad. En Catalunya, se han contabilizado 42 víctimas mortales, 266 heridos graves y 284 accidentes de motoristas en lo que va de año. Lamiel ha remarcado que en el territorio existe una "crisis de movilidad", y ha castigado al servicio de Rodalies en pleno debate entre la Generalitat y el Gobierno en el marco de la investidura de Pedro Sánchez para lograr el traspaso del servicio. "Los trenes no funcionan", ha afirmado tras señalar que esta situación puede facilitar un mayor uso del vehículo privado y, en concreto, de la moto.
El líder de Trànsit ha apuntado que, tras la pandemia, se ha producido un descenso del "7% de la movilidad del vehículo privado en el anillo metropolitano", al mismo tiempo que se ha incrementado la circulación de vehículos pesados "casi un 20%" respecto a antes del covid.
Lamiel ha señalado que un 60% de los motoristas sufren accidentes mortales lo hacen en la conurbación de Barcelona, y ha destacado que las comarcas del "Baix Llobregat, Maresme, Alt Penedès, Vallès Occidental y Vallès Oriental" registran una mayor accidentalidad. Respecto a las vías de acceso a Barcelona con mayores siniestros, el director del SCT ha destacado "la C-31 y la C-32".