Barcelona impone 14.000 multas a motoristas en menos de cuatro años por circular en carriles bus
El Ayuntamiento recaudó más de 670.000 euros en sanciones de esta tipología entre el inicio de 2020 y mediados de 2023
7 mayo, 2024 23:30Circular rápido y sin molestar a otros vehículos, aunque puedan ser multados. Entre las reivindicaciones formuladas por los motoristas de Barcelona en los últimos años destaca la circulación por los carriles bus de la ciudad. La medida, propuesta en numerosas ocasiones y vigente en otras ciudades del país, ha topado con el rechazo de los gobiernos municipales en distintos mandatos.
La prohibición barcelonesa no ha evitado que estos conductores, en muchas ocasiones por motivos de seguridad, circulen por determinados tramos de estas vías pese al riesgo de ser sancionados. El Ayuntamiento ha sacado tajada de ello: en menos de cuatro años, la Guardia Urbana ha impuesto casi 14.000 multas a los motociclistas que hicieron uso de estos carriles, lo que se tradujo en una recaudación superior a los 670.000 euros.
Sanciones
El consistorio barcelonés sumó 13.929 sanciones a motoristas entre 2020 y el 30 de junio de 2023 por circular en carriles bus-taxi, de las cuales llegó a cobrar 12.051. Según datos del Instituto Municipal de Hacienda a los que ha tenido acceso Metrópoli, el Ayuntamiento recaudó 673.345 euros por estas multas.
En 2020, y pese a las limitaciones en los desplazamientos con motivo de la pandemia, la Guardia Urbana emitió 2.714 sanciones, llegando a cobrar 2.338 de ellas por valor de 133.187 euros. Al año siguiente, la cifra de multas se incrementó hasta las 3.425, con 2.955 cobradas por una cuantía de 170.227 euros.
La policía barcelonesa impuso 5.936 multas en 2022 por este concepto. El consistorio cobró 5.243 de ellas, por lo que se embolsó 292.175 euros. Entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2023, se multaron a otras 1.854 motocicletas. El Ayuntamiento obtuvo 77.757 euros de las 1.515 sanciones cobradas.
Seguridad
El último rechazo de la actual concejal de Movilidad, Laia Bonet, se basó en motivos de seguridad. La edil socialista descartó el pasado mes de octubre esta posibilidad al alegar que “provocaría, muy probablemente, un incremento de la siniestralidad”. La regidora señaló que el "adelantamiento de motos a buses en parada" podría ocasionar situaciones de peligro, por lo que evitó “abrir este debate ni tan siquiera en prueba piloto”.
Precisamente la seguridad es el argumento principal de los motociclistas para defender su circulación por los carriles bus. “Los motoristas han utilizado el carril bus para minimizar riesgos. El espacio de Barcelona es finito y lo tenemos que aprovechar al máximo, teniendo presente que la cantidad de muertos y accidentes graves se han incrementado en los últimos años”, explican desde Motoristes per Barcelona.
La plataforma hace hincapié en la complejidad circulatoria existente en la ciudad, donde las motocicletas conviven con automóviles privados, taxis, furgonetas, autobuses, bicicletas y patinetes, entre otros vehículos. Esta situación, apuntan, se evidencia en vías con un carril por sentido, donde el uso del carril bus facilita la “visibilidad” a los motoristas. Además, afirman, existen arterias como la calle de Aragó donde la circulación de autobuses es escasa, y otras como la avenida Meridiana o la Gran Via de les Corts Catalanes en las que la circulación por el carril bus reduciría los riesgos del colectivo sin afectar la velocidad comercial del transporte público.
Prueba piloto
Motoristes per Barcelona inciden en la realización de una prueba piloto en la que las motocicletas puedan circular por los carriles bus en horas punta. Las franjas horarias abarcarían los tramos comprendidos entre las 07.00 y las 09.30 horas, así como entre las 17.30 y las 20.00 horas.
La propuesta de los motoristas se alinea con la realizada el año pasado por Trànsit. Su presidente, Ramon Lamiel, expuso durante el Tercer Congreso Iberoamericano del Motociclista la posibilidad de que estos conductores pudieran utilizar los carriles bus para entrar hasta “puntos determinados de Barcelona”.
La iniciativa pasaría por permitir la entrada por el sur de la C-31 hasta plaza Espanya y, por el norte, hasta la plaza de les Glòries. Aquellas motos que accedieran por la B-23 podrían circular por el carril bus hasta Francesc Macià, mientras que quienes utilizaran la Meridiana como vía de entrada podrían llegar hasta la altura del paseo de Fabra i Puig.
Falta de aparcamiento
Los motoristas sitúan la falta de aparcamiento como otro de los principales perjuicios que sufren en la capital catalana. Desde la plataforma de motociclistas critican que no se hayan recuperado los estacionamientos perdidos tras las supresiones que han afectado a calles como Consell de Cent, Rocafort, Comte Borrell, Pi i Margall y Girona.