El esfuerzo de Barcelona para promover el uso seguro de la bicicleta y garantizar que los ciclistas se sientan protegidos al circular por sus calles han sido puestos como ejemplo por un informe del Programa Internacional de Evaluación de Carreteras (iRAP).
Este informe, recogido por el proyecto CycleRAP, ha contado con el apoyo de Fundación MAPFRE y la Unión Ciclista Internacional (UCI), entre otras entidades, y se ha dado a conocer este lunes en España con motivo del Día Internacional de la Bicicleta.
85 carriles bici analizados
En una nota informativa, la Fundación MAPFRE señala que en el área metropolitana de Barcelona, de los 84 kilómetros de carriles bici analizados, la mayor parte también presenta un riesgo medio-bajo o medio, con ejemplos de buenas prácticas en implantación y diseño de carriles bici en el municipio de Sant Boi de Llobregat o en la ruta a Viladecans.
Al igual que sucede en otras ciudades, los principales riesgos son los asociados a las colisiones con otros vehículos, principalmente en las vías no segregadas físicamente y asociadas al exceso de velocidad del resto de vehículos, afirma la Fundación MAPFRE.
El trabajo propone con carácter general la instalación de señalización específica para bicicletas, la creación de zonas de velocidad reducida, identificar los cruces y secciones de carriles bici con más riesgo, implementar medidas de calmado de tráfico, incluir alumbrado y barreras que separen físicamente los carriles bici del resto y promover campañas de educación y concienciación dirigidas a ciclistas, conductores y peatones.
Velocidad superior a 30 kilómetros por hora
Separar carriles en vías con límite de velocidad superior a 30 kilómetros por hora, diseñar carriles para bicicletas de un solo sentido de circulación y proteger los márgenes de las vías ciclistas, son algunas de las medidas que más influyen en la prevención de siniestros, según los expertos de Fundación MAPFRE.