Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) ha presentado este lunes el primer autobús de hidrógeno verde con cero emisiones en la línea V19, que se suma a los 8 vehículos con esta tecnología que ya circulan para la X1, y con el objetivo de totalizar 46 unidades para fin de año.
El vehículo es el primero de un total de 38 autobuses de hidrógeno verde que se incorporarán en los próximos meses, 36 de medida estándar y 2 articulados Solaris.
A diferencia de los buses otros fabricantes que se han puesto en circulación, el presentado este lunes no se destinará a la línea X1, sino que se ha asignado de entrada a la V19, aunque podrá ser utilizado por otros servicios en caso de ser necesario.
Con estas incorporaciones, TMB contará a fin de 2024 con un 25% de toda la flota de autobuses con cero emisiones, siendo la mayoría de ellos eléctricos, ha explicado este lunes en rueda de prensa la presidenta de TMB, Laia Bonet.
En el marco de un recorrido inaugural del autobús realizada este lunes, la primera teniente de Alcalde de Barcelona ha destacado el compromiso del ayuntamiento por la descarbonización: "Es un autobús del futuro, pero que ya lo tenemos en el presente en la ciudad. Forma parte de una apuesta muy importante por la descarbonización en general de la flota de transporte público".
Cabe recordar que TMB fue pionera al hacer circular el primer autobús de hidrógeno en España además de contar la primera planta de hidrógeno de uso público en el país.
Se trata de la adquisición más importante que ha realizado TMB en vehículos de hidrógeno con financiamiento del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia - Next Generation, por un total de 23.796.000 euros.
En el caso de este primer vehículo presentado este lunes, el encargo se adjudicó por un precio de 1.799.800 euros y cuentan con la subvención del proyecto JIVE2, destinado a impulsar el hidrógeno como energía limpia que mueva el transporte público a Europa.
Las ventajas del hidrógeno verde
Estos autobuses son básicamente eléctricos pero, a diferencia de los convencionales, utiliza una cantidad pequeña de baterías, lo que reduce notablemente su peso.
El ingeniero de TMB, Mario Canet, ha explicado que este tipo de tecnología permite "una carga muy corta, de entre 8 y 12 minutos, a diferencia de las 5 o 6 horas que se necesitan para cargar un autobús eléctrico".
También ha indicado que un vehículo impulsado con hidrógeno verde tiene mejores prestaciones, ya que "puede estar circulando dos días sin recargar, el equivalente a unos 500 kilómetros de autonomía en ciclo urbano", mientras que las baterías de los eléctricos sólo alcanzan a funcionar un sólo día con la carga completa.
Ello ocurre gracias a los tanques de reservas de 1500 litros que tienen los buses en el techo, que luego son abastecidos en las estaciones de recarga de hidrógeno de Iberdrola en el Polígono de la Zona Franca de la ciudad.
La vida útil de los vehículos con esta tecnología es de 15 años, igual que la de los eléctricos, aunque son 150.000 euros más caros.
La generación de energía eléctrica con hidrógeno
El hidrógeno es un vector energético de gran versatilidad que está comenzando a tener un papel preponderante en el transporte y que está avanzando gracias al desarrollo tecnológico ligado a las pilas de combustible.
En cada una de estas pilas de combustible se desarrolla un proceso denominado electrólisis inversa, mediante el cual el hidrógeno reacciona con el oxígeno.
El hidrógeno proviene de uno o varios depósitos del vehículo, mientras que el oxígeno se capta del aire ambiental.
El único derivado de esta reacción es la energía eléctrica generada, calor y agua, que se expulsa en forma de vapor por el tubo de escape, consiguiendo así una movilidad con cero emisiones.